Tal y como se esperaba, se ha anunciado el aplazamiento de la reforma del EBAU. Así es, el Gobierno acaba de informar a las Comunidades Autónomas la decisión de retrasar la implantación del nuevo modelo de examen, dejando en manos del nuevo Ejecutivo la responsabilidad, una entrega que tenía prevista para empezar con el inicio del curso 2023-2024.
Y es que el Ministerio de Educación y Formación Profesional debía informar sobre los cambios realizados como producto de las reformas de acceso a las universidades, una vez que los alumnos que inician este año el segundo de Bachillerato lo estarían haciendo con el currículo correspondiente a la nueva ley educativa, la muy polémica Lomloe.
El Ministerio de Educación y Formación Profesional ha trasladado a las Comunidades Autónomas y a las universidades las decisiones, a pesar de que, de acuerdo a lo señalado por Pilar Alegría la reforma se encuentra “completamente terminada”, quedando sólo pendiente la tramitación del real secreto donde se establecen el nuevo reglamento que regirá las pruebas de acceso a las universidades, todo esto debido a que el gobierno actual no puede aprobar reformas en Consejo de Ministros.
Pero al ocurrir este aplazamiento, la convocatoria para el año 2024 no estaría siendo muy diferente de la de este año, ya que no se ha aprobado el decreto que regula los cambios en la EBAU, así lo ha señalado el secretario de Estado de Educación, José Manuel Bar.
El Gobierno mantiene vigente de esta manera la normativa actual de la EBAU, de acuerdo a lo explicado por Bar “Hemos entendido que, como está el Gobierno en funciones, no podíamos generar una normativa nueva, una regulación nueva, que vaya a condicionar lo el Gobierno entrante quiera hacer y, por tanto, lo ideal es mantener esa normativa vigente. No se debe prejuzgar lo que vaya a hacer el nuevo Gobierno entrante”
Ha manifestado además Bar, “No queremos que les caigan unas reglas del juego nuevas a mitad de curso. Lo más importante era transmitir tranquilidad, certidumbre, confianza, a los chicos que se tienen que examinar en junio de este año”.
Hay que recordar que el origen de esta decisión parte de la convocatoria anticipada a elecciones generales por el Gobierno actual, en ese momento el Ministerio de Educación y Formación Profesional decide paralizar la aprobación del real decreto con la nueva prueba de acceso a las universidades, por considerar que debe ser una responsabilidad del nuevo Gobierno.
Sin embargo, en este curso si habrá modificaciones de acuerdo a lo establecido en la reforma educativa impulsada por el Gobierno y que como sabemos fue aprobada en el año 2020, ya que obliga al Estado a aplicar los primeros cambios en el año 2024.
A pesar de que la prueba de acceso a las universidades se mantiene igual en cuando a estructura y puntuación, los cambios introducidos en la nueva ley ha hecho que se implanten los nuevos currículos educativos en los cursos impares, por lo tanto el examen de selectividad debe recoger algunos de estos cambios.
La reforma de la EBAU dentro de las tareas pendientes del próximo Gobierno
Debido a este aplazamiento, queda evidentemente como tarea pendiente para el nuevo Gobierno desarrollar la nueva prueba de acceso a las universidades que tenía previsto iniciar en este curso y posteriormente de forma gradual en los próximos cuatro años, aunque la “tarea este hecha”, queda pendiente el tema de la aprobación del decreto real.
Otra de las razones que explica este aplazamiento evidentemente tiene que ver con las solicitudes de aplazamiento que realizaran tanto la comunidad universitaria, como los docentes, alumnos y familias involucradas, que veían como precitado el inicio de la implantación de estas reformas este año.
Tal como lo ha señalado el ministro de Universidades Manuel Castells, “Se ha considerado que iba más allá de lo que era posible hacer, y que además iba a generar reacciones por parte de las Comunidades Autónomas que serían difíciles de respondes”.
La reforma de la EBAU forma parte de la nueva y polémica ley de educación conocida como Lomloe, en la que se estable como prioridad el diseño de una nueva prueba de acceso a las universidades mucho más competencial y asociada a los nuevos diseños currículos educativos.
Dentro de los cambios que se tenían previsto destacaban aspectos como la duración del examen y el peso de cada ejercicio para la puntuación final, además de un período transitorio de aplicación, el cual se establecía desde 2023 hasta el próximo 2028, tiempo en el que se irían introduciendo los cambios en los diseños curriculares.
Pero lo cierto es que actualmente la única protagonista es la incertidumbre que se ha generado con este aplazamiento, ya que no hay fecha para la nueva selectividad, y queda en manos del nuevo Gobierno la toma de decisiones y el esclarecimiento de la situación.