La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un trámite obligatorio que genera incertidumbre entre los conductores. Esta inspección es esencial para comprobar que el coche funciona correctamente y no tiene desperfectos. En caso de no superar la ITV, el propietario del vehículo no podrá circular con él hasta solucionar las incidencias encontradas, exponiéndose a una multa de la Dirección General de Tráfico (DGT). Esta normativa tiene como objetivo prevenir accidentes de tráfico y conservar en buen estado los vehículos.
1¿Qué es la DGT?
Según su página oficial, desde la DGT se describen como “un Organismo Autónomo, cuya finalidad es el desarrollo de acciones tendentes a la mejora del comportamiento y formación de los usuarios de las vías, y de la seguridad y fluidez de la circulación de vehículos y la prestación al ciudadano de todos los servicios administrativos relacionados con las mismas. El Organismo Autónomo Jefatura Central de Tráfico tiene personalidad jurídica pública diferenciada, patrimonio y tesorería propios, autonomía de gestión y plena capacidad jurídica y de obrar, y dentro de su esfera de competencias, le corresponden las potestades administrativas precisas para el cumplimiento de sus fines, en los términos previstos en las normas”.