Uno de cada tres europeos abandonaría el continente en el futuro para tener una vida mejor

McCann Worldgroup presentó este jueves en Madrid el estudio ‘The Truth About New Europe’, un ctrabajo a nivel pan-europeo del grupo líder mundial en soluciones creativas, que concluye que, tras varios años de ‘permacrisis’, uno de cada tres europeos afirma que «en el futuro, es probable que tenga que irme de Europa para tener una vida mejor».

Para los más jóvenes, un futuro europeo se vislumbra complicado, y tres de cada cuatro europeos consideran que las marcas y empresas “deberían desempeñar un papel más relevante para lograr la unidad de Europa”. El estudio revela también puntos calientes para la innovación e inversiones futuras, señalando a la Sostenibilidad, Ciencia, Tecnología y Energía, como factores clave para el éxito futuro de la región.

Desarrollado en colaboración con McCann Worlgroup Truth Central, la unidad de inteligencia global del grupo, el estudio se ha elaborado sobre más de 27.000 entrevistas a ciudadanos europeos, realizadas en dos oleadas, con la particpación de una amplia gama de expertos. La investigación se llevó a cabo en 16 mercados, entre ellos: España, Reino Unido, Francia, Alemania, Polonia, Países Bajos, Suecia, Finlandia, Turquía e Italia

Los datos del estudio son de gran alcance y reflejan las esperanzas, los temores y las expectativas de los europeos en áreas tan diversas como la atención sanitaria, la tecnología, la cultura y el clima. Comparados con los datos del estudio de 2018, los nuevos hallazgos revelan cambios importantes en los últimos cinco años:

Tras un largo periodo de ‘permacrisis’, las principales preocupaciones de los europeos han cambiado notablemente, ya que el estudio indica que el 36% de los europeos afirma que el cambio climático es su mayor preocupación, frente al 20% en 2018, y superando por primera vez al terrorismo.

La creciente brecha entre ricos y pobres representa la mayor amenaza para la cohesión social, por encima de las desigualdades basadas en género, etnia o edad: a uno de cada dos europeos le preocupa poder asegurar el suficiente sustento para su hogar.

La desigualdad social es la tercera preocupación de los españoles, el segundo lugar de la región (25%), por detrás de Turquía (31%). Tras el estallido del conflicto en Ucrania, la preocupación por una nueva guerra ha aumentado: del 24% hace cinco años, al 33% en la actualidad. Los 5 países que encabezan esa creencia son Suecia, Portugal, España, Finlandia y Alemania.

No obstante, el estudio también revela que existen muchas razones para el optimismo, e identifica puntos calientes para la innovación y la inversión futuras.

Los derechos humanos son el ámbito en el que los ciudadanos esperan que Europa lidere el mundo en el futuro, por delante de la sanidad, la educación y la democracia.

España percibe actualmente la sanidad, la educación y la democracia bajo amenaza, pero la UE juega un papel fundamental para asegurarle su funcionamiento bajo altos estándares. Europa es percibida como una red de seguridad geopolítica que cuenta con una confianza incalculable.

Las áreas clave para la inversión son: tecnología, energía, sostenibilidad, salud y bienestar. Ante una lista de posibles innovaciones futuras, la primera a la que los europeos desearían tener acceso es «una píldora que detenga el proceso de envejecimiento», por encima de los coches autónomos, robots de cocina o dispositivos para comunicación por holograma. En su vida cotidiana, la primer área en la que los europeos desearían tener más orientación es en «vida sostenible», seleccionada por uno de cada tres encuestados.

Un sistema sanitario europeo es el servicio regional más deseado por los europeos, por encima incluso de un pasaporte europeo o una fuerza militar europea.

Respecto a las tecnologías, el estudio señala que los europeos tienen una relación ambivalente con la tecnología. Uno de cada dos encuestados considera que la tecnología es clave para liberar todo nuestro potencial (aunque el 62% considera que su trabajo es demasiado complicado para que lo realice correctamente un robot).

Los españoles nunca habían sido tan conscientes de la necesidad de la tecnología para construir un futuro más próspero (+6 puntos desde 2018), aunque al mismo tiempo, y demostrando una gran dicotomía, la queremos cada vez menos en nuestra vida privada.

El Reino Unido tiene el mayor sentimiento de optimismo hacia la tecnología, donde 3 de cada 4 encuestados afirman que «los beneficios potenciales de la tecnología superan cualquier riesgo conocido».

El 65% de los europeos concuerdan en que «si todos abandonásemos mañana las redes sociales, el mundo sería un lugar mejor», porcentaje que se eleva al 71% en el Reino Unido y al 74% en Francia.

Las compañías de éxito desempeñarán un papel de liderazgo, algo que los consumidores no solo esperan, sino que desean por parte de las marcas y empresas.

Tres de cada cuatro europeos consideran que «las marcas y las compañías deberían desempeñar un papel más importante de cara a la unidad de Europa».

El 83% de los europeos opina que el éxito futuro de las compañías se basará más en la cooperación, que en la competencia.

Asimismo, uno de cada tres encuestados sostiene que la UE debería financiar más investigación e innovación, frente a 1 de cada 4 que así lo creían en 2018.

Las marcas tienen un papel clave que desempeñar a la hora de apelar a los sólidos valores europeos: libertad, educación, sanidad, igualdad y justicia: El 90 % de los europeos considera que los líderes empresariales deberían ser tan responsables ante la opinión pública, como los líderes políticos. Nunca antes el comportamiento empresarial ha estado tan sometido a escrutinio, ni ha sido tan crucial para el éxito de las compañías.

El 69% de los europeos cree que es más importante trabajar por el bien común, que, por el beneficio individual, porcentaje que se eleva al 80% en Irlanda, España y el Reino Unido.