Las monedas digitales de los países: a por el Bitcoin y la libertad financiera individual

Vivimos una época donde ciertas distopías parecen hacerse realidad. El futuro nos atropella y el sistema monetario no es ajeno. Se sabía que antes la revolución del Bitcoin, los países y bancos centrales no se iban a quedar de brazos cruzados y parecían inevitables las monedas digitales de los estados. Lo inquietante es que irán mucho más allá, hasta el punto que puede parecer el fin de toda libertad y privacidad, al menos económica. Se llaman CBDC y ya hay proyectos muy avanzados para su implantación.

Es la eterna lucha entre el poder establecido y un contrapoder o huida del mismo. El Bitcoin llegó como solución supuestamente infalible y definitiva para por fin estar al margen del sistema financiero clásico y poder especular, ahorrar, prestar, guardar y gastar al margen de las FIAT o monedas fiduciarias tradicionales, sin sufrir inflación e impuestos. Ahora, con un «contrataque» del digamos sistema establecido, las tornas pueden cambiar. De vislumbrar un futuro con el Bitcoin a un millón de dólares, a un panorama que muchos apuntan de su desaparición, debido a los planes de muchos países y organismos de lanzar monedas digitales oficiales.

Monedas Digitales Bce

UN PLAN LEJANO QUE SE ACELERA

Estaba en las mesas de estos estados pero quizá no pensaban ponerse manos a la obra tan pronto. La explosión no sólo del Bitcoin, sino de cientos de criptomonedas y proyectos blockchain les pusieron en alerta. Su hundimiento puede ser debido a una lógica burbuja basado en humo, timos piramidales y proyectos sin futuro, pero otros dan como razón principal o al menos complementaria, la ofensiva del sistema monetario tradicional para acabar con ello y de paso adelantar o acelerar el llamado reset económico.

Las CBDC son la respuesta de este sistema para evitar que cada vez más personas puedan ahora o en un futuro hacer su vida financiera y económica al margen de los estados y del control de haciendas y bancos, tanto centrales como comerciales. Una libertad absoluta que no están dispuestos a tolerar. Y qué mejor que yendo al otro extremo: un control total del ciudadano y de la economía del país a través de estas CBDC o monedas digitales. Ese control viene dado porque son mucho más que una moneda que no tiene una representación física.

QUÉ SON EXACTAMENTE ESTAS MONEDAS DIGITALES

Las CBDC son activos digitales que usan la tecnología blockchain, y por tanto las mismas armas de aquellos que quiere estar al margen de dicho sistema. Permite un mecanismo descentralizado para comprobar la legítima propiedad de las monedas, así como para transferir dicha propiedad. Los gobiernos podrán emitir su propia moneda digital y son muchos los que están ya en ello: nada menos que 105 países, que representan el 95% del PIB mundial.

Como en otros órdenes tecnológicos, Estados Unidos, la Unión Europea y China lideran esta particular y crucial carrera. Y es que se juegan mucho, quizá el futuro del control no sólo económico sino político, si es que ambos no van siempre de la mano. Con ello, por ejemplo, Estados Unidos pretende perpetuar la hegemonía del dólar y China continuar con el control sobre la población pero también sobre el comercio mundial.

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YO TE DIRÉ QUÉ GASTAR Y CUÁNDO

Pero, aunque esperado, lo que más ha asustado no ya al más rebelde anti FIAT y tenedor de bitcoins, sino a la mayoría de la población, es la ramificación más liberticida de estas CBDC. Como buen activo digital programable, significa que no sólo se puede controlar su emisión general, sino el sentido y caducidad de una parte o del todo. Así, se pueden poner fecha tope a determinadas cantidades para gastarlas, y así fomentar el consumo; o bien, que solo se pueda gastar en ciertas áreas, como puede ser el alquiler de tu casa pero no en ocio, asegurando un cobro y evitando morosidades debidas a que el deudor se lo gasta en otras partidas.

Ante este panorama distópico, no sólo planificado por regímenes como el chino, sino por democracias occidentales que supuestamente están en el polo opuesto, los bitcoiners han puesto el grito en el cielo, con dos corrientes: los que defienden que estas monedas digitales no harán sino fortalecer el Bitcoin como única alternativa que se consolidará como sistema financiero sólido al margen, y los que creen que los CBDC puede poner fin a la moneda digital por excelencia.

LAS MONEDAS DIGITALES GUSTAN AL CIUDADANO

Incluso a pesar de sus reticencias, lo cierto es que cada vez, fomentado o no por los países, los ciudadanos usan menos el dinero físico. Por ejemplo, el Banco de Noruega informó que los noruegos apenas usan monedas y billetes para solo el 3 o 4% de sus transacciones financieras. Lo mismo pasa en otros países nórdicos como Dinamarca o Finlandia. Pero esta tendencia va creciendo en la mayoría de países desarrollados e incluso en vías de desarrollo. La tarjeta es nuestra verdadera billetera, cada vez más.

Todo se pone de cara, nunca mejor dicho, para que las monedas digitales «conquisten» el sistema financiero, y de paso, como pretenden estados y bancos centrales, asestar un golpe quizá definitivo al Bitcoin, que consideran el verdadero enemigo, en un panorama ‘cripto’ donde incluso en plena fiebre alcista se daba por hecho que el 99% no sobreviviría.

Falta saber si cuando se elimine toda forma de pago físico, el Bitcoin será verdadero valor refugio o moneda alternativa al margen, o bien será el control definitivo por parte de los estados y organismos financieros de qué gastar, tanto el país como el ciudadano, cómo y cuándo. Por ahora, al menos, una cosa es cierta: pocos de los grandes y pequeños tenedores de bitcoins se deshacen de ellos y otros muchos han empezado, continúan o tienen planeado hacerse con los que puedan, eso sí, esperando una mayor caída y con ello el menor precio posible.