Monumentos templarios que aún puedes ver en España

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Son muchos los monumentos templarios que aún hoy en día pueden visitarse en España, castillos, ermitas y templos que guardan misterios difíciles de explicar. La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo del Templo de Salomón, cuyos miembros eran conocidos como caballeros templarios fue una de las más poderosas durante la Edad Media. Fundada hacia 1118 o 1119 por nueve caballeros franceses a los que lideraba Hugo de Payns, su propósito inicial era el de proteger a las personas que decidían peregrinar hasta Jerusalén.

En el año 1129, la orden fue aprobada oficialmente por la Iglesia Católica en el Concilio de Troyes. Desde ese momento la orden de los caballeros templarios no dejó de extenderse y de hacerse cada vez más poderosa. Los caballeros templarios se distinguían fácilmente gracias a su mat blanco en el que llevaban una cruz de color rojo. Sus miembros eran avezados militares que participaban en las cruzadas. Pero en el año 1312, el Papa Clemente V, no solo disolvió la Orden, sino que emprendió la persecución de los templarios.

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Iglesia de Santa María de Eunate en Navarra otro de los monumentos atribuidos a los templarios

En Euskera Eunate significa “cien puertas” y hace alusión a la arquería que rodea el perímetro de la iglesia. Se trata de una Iglesia que destaca enclavada en medio de la nada por su planta original, es sin lugar a dudas una de las más sobrias y bellas de Navarra. 

Aunque hoy en día no se mantiene mucho en pie, tradicionalmente se atribuyó su construcción a los templarios especialmente por las marcas que se encuentran distribuidas por los sillares de la iglesia y por su parecido con la Cúpula de la Roca de Jerusalén situada en el antiguo templo de Salomón y donde los templarios tuvieron su sede en Jerusalén.

Es una iglesia de planta octogonal que data del siglo XII. Destaca especialmente su claustro exterior, aún más hacia afuera un pequeño muro protege todo el conjunto. La iglesia está cubierta de forma piramidal a ocho aguas, al tejado se accedía por una escalera de caracol.

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