Los trastornos psicosomáticos no solamente se pueden observar a nivel físico, sino que también afectan psicológicamente.
Esto se debe a la relación que existe entre la mente y el cuerpo. Por eso, cuando una persona está estresada o experimenta dificultades en el plano emocional puede sufrir la pérdida repentina de cabello o contracturas en la espalda, entre otros muchos síntomas.
Según explican los especialistas de Ohana Psicología, existen una gran variedad de trastornos de este tipo que cada persona puede manifestar de una manera diferente. A su vez, en estos episodios concurren factores biológicos, contextuales y psicológicos. En este gabinete psicológico ubicado en Barajas, Madrid, es posible encontrar apoyo para superar estos trastornos.
Trastornos psicosomáticos y sus síntomas más comunes
Cuando una persona está sometida a un profundo malestar emocional se liberan hormonas que desestabilizan la emisión de algunos neurotransmisores, provocando síntomas físicos que tienen su origen en el plano psicológico.
Los profesionales de Ohana Psicología comentan que varios síntomas de los trastornos psicosomáticos no suelen incluirse en los diagnósticos. Algunos de estos son la caída del pelo, las disfunciones sexuales, los mareos y la sensación de falta de aire.
En cambio, hay otros malestares comunes que sí son tenidos en cuenta con mayor frecuencia. Los trastornos emocionales pueden somatizar prácticamente en cualquier parte del organismo. Por ejemplo, es habitual que estos pacientes sufran trastornos gastrointestinales, respiratorios, osteomusculares, endocrinos, hemáticos o linfáticos, entre otras posibilidades.
Además, el trajín psicológico puede empeorar cuadros de erupciones cutáneas, hipertensión o diabetes, entre otras enfermedades crónicas.
¿Cómo tratar un trastorno psicosomático?
En Ohana Psicología recomiendan un abordaje multidisciplinar para este tipo de casos, aunque la primera opción debe ser de naturaleza psicológica. Además, siempre es conveniente llegar al diagnóstico de manera temprana y en la fase inicial de la enfermedad. De esta manera, es posible evitar el uso de fármacos.
Ahora bien, es posible emplear medicamentos para abordar los síntomas, pero este procedimiento no ataca ni cura las causas del problema. Para esto, es necesario recurrir a un tratamiento psicológico.
En las primeras sesiones, los terapeutas buscan llegar a las causas que han originado el trastorno psicosomático. Cuando estas se han identificado es posible delinear una intervención especializada y adaptada a la situación de cada paciente. Por lo general, el paciente y los psicólogos trabajan para lograr una mayor educación sobre el funcionamiento del estrés, la ansiedad y las emociones. De esta manera, se pueden adquirir habilidades para gestionar estos sentimientos y hacer frente a los síntomas que provocan.
Por último, y a modo de refuerzo, se trabaja para prevenir las recaídas. Para esto es necesario realizar un seguimiento durante algunos meses.
En Ohana Psicología es posible encontrar apoyo profesional para superar situaciones difíciles y problemáticas. Es posible dejar atrás los síntomas y controlar las causas que originan los trastornos psicosomáticos.