España y Marruecos intensifican la vigilancia del espigón del Tarajal tras la entrada en Ceuta de 21 menores

Las Fuerzas de Seguridad de España y Marruecos han «reforzado» en Ceuta el control de la zona marítima que rodea el espigón fronterizo del Tarajal y las playas del país vecino más cercanas a la ciudad autónoma después de que durante este miércoles un total de al menos 21 menores no acompañados nacionales del país vecino hayan logrado acceder a nado a territorio español aprovechando la niebla que cubría el litoral.

Fuentes policiales han explicado este jueves que el incremento de las embarcaciones de la Guardia Civil y las Fuerzas de Seguridad marroquíes encargadas del control migratorio en esa zona de la bahía sur de Ceuta se mantendrá durante los próximos días a la vista de que el contexto climatológico de viento dominante de componente este se extenderá al menos hasta el domingo.

El Área de Menores del Gobierno de Ceuta ha recibido durante este miércoles a 21 jóvenes migrantes solos de nacionalidad marroquí, algunos de ellos de muy corta edad, con unos 13 ó 14 años, tal y como han indicado fuentes del Ejecutivo regional que preside Juan Vivas (PP).

La Ciudad Autónoma tutela actualmente a alrededor de 300 menores extranjeros no acompañados. Durante lo que va de 2022 ha recibido a más de 110 a pesar de que la frontera del Tarajal no se reabrió parcialmente al tránsito de personas y vehículos hasta el 17 de mayo. Las entradas irregulares se han multiplicado con la llegada del verano. En junio accedieron irregularmente a la localidad española 28 niños migrantes solos y en lo que va de julio ya lo han hecho más de 30.

Más del 75% de los jóvenes que alcanzan la ciudad autónoma sin compañía son de nacionalidad marroquí, aunque durante las últimas semanas también se han registrado entradas de menores nacionales de países del África subsahariana como Sudán o Guinea.

El aumento del número de acogimientos de niños foráneos no acompañados ha coincidido con la negativa de la Intervención de la Ciudad Autónoma a seguir pagando a la Fundación SAMU por los servicios de atención integral a ese colectivo que presta en el alojamiento de Piniers y el Centro de Realojo Temporal ‘La Esperanza’, equipamientos en los que atiende a cerca de 150 jóvenes.

El órgano fiscalizador de la administración entiende que el decreto de emergencia que, tras la avalancha migratoria de mayo del año pasado que dejó más de 1.200 menores marroquíes sin compañía en Ceuta, amparó la contratación de esa y otras entidades sociales debe ser reemplazado ya por una licitación ordinaria y ha paralizado el abono de las retribuciones a SAMU desde enero, por lo que la entidad no pagó a tiempo las nóminas de enero y ha anunciado el despido de 20 trabajadores y el cierre de uno de los alojamientos que gestiona a finales de este mes.