Accidentes de tráfico: la curva donde es imposible adelantar

Con el Covid-19 y con los consiguientes estados de alarma los trayectos largos en coche se han quedado un 8% por debajo respecto a 2019.

Nuestras carreteras y desplazamientos tuvieron 921 siniestros mortales con un total de 1.004 fallecidos. Son 97 fallecidos menos (-9%) comparado con el año anterior al inicio de la pandemia y el segundo mejor año de la serie histórica analizada por la DGT, tras 2020. 

A estos 1.004 muertos hay que sumar 3.728 heridos graves, un dato que también se reduce, concretamente son 705 lesionados menos (-16%). En 2021, se registraron 42 días sin fallecimientos, frente a 58 en 2020 y 30 en 2019. El promedio diario de personas fallecidas fue de 2,8, frente a 3 en 2019 y 2,4 en 2020.

Estamos hablando de personas y detrás de cada número hay un drama humano, social, psicológico y económico.

Debemos reflexionar y actuar rápido para evitar cifras más altas en todos los estudios sobre siniestralidad y creo que todo empieza por una educación preventiva mucho antes de sacarnos el carné de conducir.

El año 2021 ha cerrado con un parque de vehículos compuesto por 33,2 millones, un 2% más que en 2019, mientras que el censo de conductores se ha mantenido sin cambios en estos dos años con 27,3 millones. 

El fin del estado de alarma el 9 de mayo vino acompañado de un crecimiento de la movilidad que provocaron dos meses de elevada siniestralidad culminando en el mes de junio con 116 fallecidos, 38 más que en el mismo mes de 2019. Se convirtió así en el mes más trágico de todo el año.

Con 1.004 fallecidos, el 2021 se convierte en el segundo mejor año de la serie histórica, solo por detrás de 2020, año distorsionado por la pandemia.

Las carreteras secundarias o convencionales se siguen llevando la peor parte de la siniestralidad con un 72% de los fallecidos: tres de cada cuatro fallecidos en vías interurbanas pierden la vida en una carretera convencional frente a uno en autovía o autopista. Por tipo de vía, hay que destacar que descienden más los fallecidos en vía convencional (-9%) que en autopista o autovía (-8%).

Accidentes

Por tipo de accidente, respecto a 2019, disminuyen un 22% los fallecidos en colisiones frontales y un 7% los fallecidos en salidas de vía, aun así, éstas siguen siendo el tipo de accidente más frecuente con el 39% de los fallecidos.

En 2021 se registraron 393,7 millones de movimientos de largo recorrido por carretera, lo que supone un 8% menos que los realizados en 2019 y un 23% más respecto a 2020.

Los usuarios llamados vulnerables representaron en 2021 el 38% de los fallecidos en vías interurbanas. Concretamente fallecieron 383 personas que se desplazaban como peatones, en moto, en bicicleta o en un vehículo de movilidad personal (un usuario perdió la vida a pesar de que tenía prohibido circular por este tipo de vías). Fueron 61 menos que en 2019. Los que más descienden son los motoristas (-15%). A destacar los 19 conductores u ocupantes fallecidos que se habían bajado del vehículo.

Por edad, el mayor descenso por franja de edad se produce en el grupo de más de 65 años con un -25%. Aumenta la siniestralidad de los jóvenes de 15 a 24 años, de 112 fallecidos en 2019 a 138 en 2021.

A pesar de lo fácil que es usarlo, de su efectividad para salvar vidas o lesiones graves y de que es obligatorio su uso, el balance provisional de siniestralidad de la DGT refleja que 140 personas que viajaban en turismo y furgoneta (26%) no llevaban el cinturón de seguridad en el momento del accidente, es un 0,4% más que en 2019. Tampoco hacían uso del casco 8 ciclistas y 10 motoristas. 

El 90% de los accidentes de tráfico son por un factor humano, entonces debemos centrar nuestros esfuerzos en motivar la buena práctica de la conducción, en la educación de los conductores tanto noveles, veteranos y, sobre todo, los que lo serán en un futuro.

Accidentes

Hablamos de coches cada vez mejores, automáticos, con una tecnología punta, pero que no se conducen solos, debemos seguir educando y desarrollar una tecnología que nos permita llegar a un objetivo sin víctimas, hoy no es realista. Y deberíamos empezar a preocuparnos además de por los coches y las motos por vehículos cada vez más en uso en las grandes ciudades y con mucho tráfico tales como las bicicletas, patinetes eléctricos, scooter eléctricos, monociclos eléctricos, segway, hoverboard. Son vehículos que nos dan una gran confianza por su manejabilidad, nos pueden proporcionar grandes dosis de adrenalina, pero también podemos perder mucho en décimas de segundo por una mala maniobra, no respetar las normas de circulación o por una embestida. En estos vehículos el chasis es nuestro propio cuerpo, y no somos ni deformables ni restaurables.

Por comunidades autónomas, disminuyen las personas fallecidas en todas, excepto en Castilla La Mancha (+17), Illes Balears (+10); Andalucía (+12); Cantabria (+4) y Comunidad Foral de Navarra (+3). Cataluña (-40) y Comunidad de Madrid (-25) son las que mayores reducciones registran.

El mayor número de accidentes se siguen produciendo con los turismos. Es evidente que es el vehículo que más utilizamos para los desplazamientos y por eso, deberíamos tomarnos el día a día con más calma, sin prisas, sin estrés y ser conscientes de que si somos los conductores del vehículo que sea, tenemos la vida de otras personas y no solo la propia en nuestras manos.