Las baterías: ¿el futuro del autoconsumo?

La apuesta por las energías renovables y la autogeneración eléctrica resulta esencial tanto para la conservación del medio ambiente como para la economía de hogares y empresas, ya que eficiencia y sostenibilidad son también sinónimo de ahorro.

Pero para el óptimo funcionamiento de los sistemas fotovoltaicos de autoabastecimiento eléctrico es muy importante utilizar un componente como las baterías solares, estos son los acumuladores que permiten el almacenamiento de la energía generada, al cargarse durante las horas de sol para poder ofrecer suministro cuando no hay insolación, o simplemente es preferible optar por la producción propia en vez de los aportes de la red.

Funcionamiento de las baterías solares, tipos y el principal inconveniente que tienen

Estas baterías se conectan con los módulos fotovoltaicos mediante el inversor solar o un regulador de carga, y pueden ser de distintos tipos en función de la tecnología empleada para su fabricación. Así, tendríamos baterías de plomo ácidoAGM, de gelestacionarias y de litio. En los sistemas de autoconsumo, se suelen incorporar las baterías de litio, ya que son las más eficaces.

El gran inconveniente a priori de estos acumuladores solares es el encarecimiento de la instalación fotovoltaica, resultando más baratos los sistemas de paneles solares que no lo incorporan, aunque eso sí la rentabilidad que luego ofrecerán las instalaciones desprovistas de baterías será mucho menor, dada la inevitable reducción de ahorro en suministro que comportan.

Ventajas de optar por el alquiler de los sistemas fotovoltaicos

De este modo, las baterías sí encarecen el precio de la instalación, aunque para sortear este problema hay una solución muy interesante como es  el alquiler del sistema de placas solares, que ofrecen empresas como Otovo haciendo que su coste sea muy asequible, muy lejos de los aproximadamente 10.000 euros que valdría su adquisición (de los que unos 5.000€  corresponderían tan solo a la batería), en el caso de un sistema medio de 3,4 kWp.

En cambio, con esta fórmula los usuarios se benefician a un precio mucho más económico de todas las ventajas de disponer de un  sistema de autoconsumo dotado de acumuladores, que estará siempre plenamente operativo con independencia de las condiciones atmosféricas.

Estamos hablando de un gran ahorro en la factura de la luz, que se incrementa todavía más en coyunturas en las que hay una gran espiral alcista, pero también de consumo eficiente de energía limpiarenovable, que no se agota y que encima es absolutamente gratuita.

Además, decantarse por el alquiler, no tiene por qué implicar renunciar a una compra futura, ya que hay empresas que ofrecen a sus clientes la oportunidad de hacer el cambio sin penalizaciones ni cargos adicionales.

Ayudas y subvenciones existentes para la instalación de sistemas de placas fotovoltaicas

Asimismo, hay que tener en cuenta las abundantes subvenciones existentes ahora mismo para la instalación de placas solares, ya sean compradas o alquiladas, unas ayudas que se espera que se incrementen más todavía de manera inminente debido a que el Fondo de Recuperación Next Generation impulsado por la UE tiene en la transformación energética uno de sus principales ejes, dada la importancia de apostar por las energías verdes y la sostenibilidad medioambiental para combatir fenómenos como el cambio climático que comprometen la supervivencia del planeta.