Acusado de abusos sexuales a la hija de un amigo en Manacor asevera que «jamás sucedió»

Un hombre de 49 años de edad acusado de abusos sexuales a una niña de cuatro años, hija de un amigo, en Manacor (Mallorca), ha aseverado, durante el juicio por estos hechos en la Audiencia Provincial de Baleares, que «jamás sucedió» y ha insistido en que no puede «más con la situación».

La Fiscalía pide para el hombre una condena de cinco años y medio de cárcel. El acusado ha reiterado, durante su declaración, que no sabe por qué la víctima ha dicho todo y ha asegurado que, desde la denuncia, no puede «ni dormir». «Estoy aquí para que se haga justicia porque no puedo más», ha subrayado.

La menor ha declarado a puerta cerrada por decisión de la Sala para salvaguardar la intimidad de la misma. Supuestamente, el hombre juzgado aprovechó varias ocasiones en que se encontraba a solas con la menor para someterla a tocamientos en una habitación de su casa.

Según ha detallado el acusado ante preguntas de la Fiscalía, el hombre conocía al padre de la menor y lo invitaba de vez en cuando a comer a su casa, normalmente sábado o domingo. En esos encuentros, los niños de ambas parejas jugaban en el patio de la casa y los mayores cocinaban o hablaban en el salón.

En ningún momento, el hombre ha indicado que estuvo con la menor a solas en alguna de las habitaciones de su casa. Una negativa que entronca con lo declarado por la niña durante las evaluaciones en la Unidad de Valoración de Abuso Sexual (Uvasi).

En este sentido, las dos peritos presentes en el juicio han coincidido en que el relato de la niña, de apenas cuatro años en el momento de los hechos, es «creíble» y «no presenta dudas». Además, una de las peritos ha confirmado que «no se aprecia influencia directa de fabulación» en la menor: «En todo momento, mantuvo el mismo testimonio».

En el turno de los testigos, la madre de la menor ha indicado que fue la propia niña quien le contó los hechos. Sin embargo, el padre y su pareja en el momento de los hechos se han mostrado extrañados con el relato. «Siempre estuve pendiente de mi hija cuando estábamos en casa de mi amigo», ha confirmado el progenitor.

En sus conclusiones finales, la Fiscalía ha destacado como principal prueba la declaración de la menor, relatada en varias ocasiones con «coherencia». «Su testimonio debe considerarse creíble y verídico», ha dicho el fiscal. En el punto contrario, la defensa ha resaltado que con la prueba aportada no ha quedado acreditado el delito. El juicio ha quedado visto para sentencia.