Revilla cree que quitar la mascarilla obligatoria ha sido precipitado

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, opina que haber retirado la obligatoriedad de llevar la mascarilla al aire libre es una medida que «ha sido un poco precipitada» y que «a lo mejor las autoridades sanitarias tienen que estudiar, aunque sea un poco duro, el rectificar» para que se siga llevando.

«Me parece que el desprendernos de la mascarilla no es buena cosa. Yo no me la quito», ha sentenciado Revilla, explicando que esta medida, que está en vigor desde el 26 de junio, genera en la población un «optimismo injustificado» en torno a la situación epidemiológica.

Además, aunque solo se permite dejar de usar al aire libre y siempre que se pueda respetar la distancia de seguridad, el hecho de haberla retirado en esas circunstancias ha creado una «laxitud» y que «mucha gente se haya relajado».

«Hay que volver a recapacitar sobre si es oportuno que nos desprendamos de este objeto protector incomodo, horroroso y más en verano, pero por encima de todo creo que está la salud», ha defendido el presidente, insistiendo en que la mascarilla «ha sido muy eficaz, es muy protectora».

Revilla ha hecho estas declaraciones tras participar en la inauguración de un curso en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), donde ha mostrado su preocupación por la situación sanitaria de Cantabria porque «el panorama es muy complicado».

«Todos pensábamos hace unos días que por fin veíamos la luz en el final de este túnel terrible de mas de un año y vemos que tenemos un número de infectados enorme y bastante transmisión comunitaria del virus», ha lamentado el presidente.

Sin embargo, ha reiterado que Cantabria «es una región segura» y ha lamentado que «se está creando una especie de clima de que aquí no hay seguridad, de que el que venga a Cantabria se va a contagiar».

«En Cantabria no se contagia nadie si no quiere contagiarse», ha sentenciado, enumerando opciones que tienen los visitantes como visitar playas, cuevas, museos, los Picos de Europa o El Soplao, porque «lo que tenemos que hacer es protegernos y mentalizar a la gente de que esto no se ha terminado, que ahora es muy dañina la cepa delta».

EL 30% DE HOSPITALIZADOS ESTABAN VACUNADOS

Sin embargo, a Revilla le «preocupa» la situación de la comunidad porque aunque la mayoría de los casos se dan ahora en jóvenes, lo que produce menos ingresos hospitalarios, éstos están contagiando a sus familiares mayores y «está entrando en los hospitales gente mayor con dos dosis» de la vacuna.

En concreto, el 30 por ciento de los ingresados actualmente habían recibido ya la pauta completa, según Revilla, que ha recordado que la vacuna no es eficaz al cien por cien.

Además, hay unos 7.000 jóvenes cántabros en cuarentena, lo que también tiene su repercusión en el sector productivo ya que no están acudiendo a sus puestos de trabajo, ha remarcado el jefe del Ejecutivo cántabro.

CANTABRIA DESCARTA VACUNAR A JÓVENES Y TOQUE DE QUEDA

Y aunque Revilla pidió que se abordase en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud la posibilidad de adelantar la vacunación a los más jóvenes, de 16 a 30 años, para evitar que sigan proliferando los contagios, el presidente ha señalado que Sanidad y los expertos sanitarios que asesoran a la Consejería cántabra creen que «no es oportuno» y prefieren seguir con las pautas marcadas.

En materia de medidas, Revilla ha avanzado que por el momento Cantabria no contempla pedir al Gobierno el ‘toque de queda’ como sí lo han hecho otras comunidades, aunque ha insistido en que estas medidas están exentas de decisiones políticas y responden a las autoridades sanitarias.