Urkullu pide «mantener la tensión» para evitar contagios, ya que la situación «recuerda a la del pasado verano»

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha realizado un llamamiento a «mantener la tensión» para evitar contagios de la covid-19 y «una nueva transmisión comunitaria», ya que ha llegado el verano y «nos encontramos en una situación que, en cierto sentido, recuerda a la padecida el año pasado«.

En un artículo publicado en ElDiario.es,l, el presidente vasco analiza el impacto de la pandemia y aconseja «evitar la interacción social con personas que no formen parte del círculo de convivencia, mantener la distancia interpersonal, evitar espacios cerrados mal ventilados y con concurrencia de personas, utilizar siempre la mascarilla y evitar la movilidad no imprescindible».

Tras recordar que «la situación más grave» se padeció en la primavera de 2020, valora que, tras aquella primera ola, las tasas de incidencia se redujeron hasta niveles mínimos en los meses de junio y julio.

«En aquel momento consideramos, equivocadamente, que habíamos controlado y superado la situación. Sin embargo, nos esperaba una segunda ola que obligó a volver a declarar la emergencia sanitaria en Euskadi el día 17 de agosto», recuerda.

De este modo, y tras insistir en el final del estado de alarma y del uso obligatorio de la mascarilla en el exterior, Urkullu advierte que ha llegado el verano y «nos encontramos en una situación que, en cierto sentido, recuerda a la padecida el año pasado».

«VACUNACIÓN GLOBAL»

«Es cierto que el avance del proceso de vacunación se presenta como una esperanza. Pero es necesaria la vacunación global en todo el planeta. Quizás en esto también hayamos de afinar en el discurso debido a que hablamos de inmunidad global cuando deberíamos hablar de vacunación global a la espera de su efectividad ante las diversas y diferentes variantes del virus que surgen mientras tanto. Y no debemos relajarnos», resalta.

A su juicio, se mantiene «la incertidumbre y el temor a un nuevo pico epidémico por la mayor interacción social, la relajación de las medidas de protección y la incidencia de las nuevas variantes del virus», y subraya que la covid-19 supone «un virus mutante».

«Un virus que encuentra ‘terreno abonado’ si no cumplimos con rigor las medidas esenciales: higiene personal-lavado de manos, distancia interpersonal, limitación a burbujas permanentes en grupos reducidos en la interacción social, uso de la mascarilla en todo lo que no sea posible cumplir lo anterior en el exterior y de manera obligatoria en el interior de toda instalación, así como la aireación de los interiores», enumera.

En este contexto, analiza la «fatiga pandémica» y asegura que aunque la pandemia ha afectado a todos los aspectos de la vida en todo el mundo, la sociedad en general está sabiendo sobrellevar la actual situación.

LOS JÓVENES

No obstante, considera que quizá la juventud sea el grupo más afectado por la «fatiga», dado que se ve «menos afectada en las consecuencias que la enfermedad ha supuesto para otros segmentos de edad superior».

Sin embargo, Urkullu realiza un llamamiento a la juventud y resalta que los datos reflejan que el 85% de los casos positivos se dan en los menores de 39 años, de los cuales el 72% se dan en la franja de edad de entre 19 y 39 años.

«Asimismo, es necesario reflejar que el porcentaje de contagios de menores de 39 años lleva más de diez días siendo superior al 70% respecto del total de contagios diario y que refleja máximo de tendencia cada día, certificando el efecto positivo de la vacunación en los colectivos de edad superior. Pero -reitero- nos hallamos ante un virus mutante», insiste.

Para Urkullu, la preocupación ante la situación actual merece una reflexión, ya que se ha realizado «un gran esfuerzo a lo largo de 15 meses», de tal modo que «nos encontramos en el tramo que ha de ser el final y debemos autoexigirnos un esfuerzo más».

«No se trata de una cuestión que corresponda solo a un colectivo de edad sino al conjunto de la sociedad en saber transmitir y aplicar el significado de compromiso individual y colectivo, esfuerzo, rigor, responsabilidad individual y corresponsabilidad, solidaridad. Una actitud consecuente con las lecciones aprendidas», expresa.

Por todo ello, y ante los riesgos que presenta el verano al aumentar la movilidad, considera que solo hay una «única alternativa: evitar una nueva transmisión comunitaria que acabe multiplicando la tasa de incidencia acumulada en muy pocos días».

«La alternativa eficaz es mantener la tensión para evitar una vuelta atrás. Nos corresponde poner en valor todo el esfuerzo realizado y mantener el compromiso», indica.

Por último, y tras afirmar que se está «en el tramo que ha de ser el final de este largo túnel pandémico», apela a realizar «un esfuerzo más que ojalá haya de ser el último».