Andalucía ultima un decreto que regule la contaminación lumínica

La Junta de Andalucía ultima la elaboración de un decreto por el que se aprobará el reglamento para la protección frente a la contaminación lumínica en la comunidad, una medida dirigida a regular la protección del cielo nocturno y a reducir los efectos de la luz artificial.

La consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, ha informado este martes al Consejo de Gobierno del inicio de los trámites para elaborar el proyecto de decreto para proteger la «buena calidad» del cielo nocturno de la que goza Andalucía por considerar que se trata de un patrimonio natural que otorga «valor añadido» a la diversidad biológica y geológica de la región.

En rueda de prensa, Crespo ha destacado que el diseño y gestión del alumbrado exterior con criterios de sostenibilidad reducirá el gasto energético en las ciudades y la emisión de contaminantes a la atmósfera, al tiempo que disminuirá el impacto sobre la observación del cielo, sobre los ecosistemas y también sobre la salud de las personas.

Según la Junta, la buena calidad del cielo nocturno de la que goza Andalucía se refleja en que el 82% del territorio dispone de cielos con oscuridad suficiente para observar la Vía Láctea y el 17% de la población andaluza puede hacerlo sin salir de su municipio. Sin embargo, esta situación se encuentra amenazada por la contaminación lumínica como consecuencia de la utilización de instalaciones de alumbrado exterior que no cuentan con criterios de sostenibilidad.

Por ello, el reglamento que ultima la Consejería de Desarrollo Sostenible pretende prevenir, minimizar y corregir los efectos de la luz artificial hacia el cielo nocturno, preservar las condiciones naturales de oscuridad en beneficio de los ecosistemas, promover el uso eficiente del alumbrado y reducir la intrusión lumínica en zonas distintas a las que se pretende iluminar, especialmente en entornos naturales y en el interior de edificios residenciales.

Además, Crespo ha explicado que se busca salvaguardar la calidad del cielo, facilitar su visión y también contribuir a la lucha contra el cambio climático en la comunidad autónoma como una medida más de la «revolución verde» impulsada por el presidente de la Junta, Juanma Moreno.

Según la consejera, este reglamento atiende una «petición histórica» realizada desde hace casi 20 años por los distintos observatorios astronómicos ubicados en Andalucía, especialmente por los de Calar Alto y Sierra Nevada, ambos de carácter internacional y de un elevado nivel científico. La medida protegerá y facilitará el trabajo de los observatorios, que serán declarados como puntos de referencia, ya que se definirán las zonas de máxima afección en torno a los mismos y se establecerán condiciones específicas de iluminación.

La Junta de Andalucía también persigue conseguir un mayor ahorro energético en toda la comunidad autónoma, que será especialmente significativo para la reducción de gastos de los ayuntamientos, así como evitar los efectos nocivos de la contaminación lumínica, sobre todo de la luz azul, que resulta ser la más dañina para las personas y otros seres vivos. Este tipo de iluminación sin criterios de sostenibilidad causa daños a los ecosistemas provocando alteraciones en los ciclos vitales y en los comportamientos de especies animales y vegetales y también puede afectar a la salud de los ciudadanos.

CREACIÓN DE EMPLEO VERDE CUALIFICADO

Junto a ello, Crespo ha destacado que esta iniciativa también contribuirá a la reactivación económica de Andalucía y de sus empresas, ya que impulsará la creación de empleo verde cualificado asociado al cada vez más demandado turismo de estrellas, y favorecerá a las empresas de consultoría ambiental y a aquellas otras centradas en la innovación e investigación vinculadas al desarrollo instrumental y de tecnologías de iluminación sostenibles.

En este sentido, ha resaltado que el incipiente desarrollo del turismo astronómico está permitiendo incrementar la oferta de ocio durante todo el año, ya que cada vez son más las actividades vinculadas a la observación del cielo nocturno, lo que está favoreciendo el incremento de pernoctas en Andalucía durante los meses de primavera y verano, especialmente en Sierra Nevada fuera de la temporada de esquí.