Las motos, cada vez más mujeres a bordo de un medio de transporte sostenible

Cada vez encontramos más gente que declara su pasión por la moto, pero es cierto que ya no solo es asunto de hombres, pues también las mujeres empiezan a sumarse a la cultura motera.

Pero con independencia de su sexo, no podemos olvidar que todavía resta un largo recorrido para mejorar la seguridad de estos conductores. En este sentido, con ocasión del día Nacional de la Moto, la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (ANESDOR) ha insistido en la necesidad de que se destinen más recursos a la protección de estos usuarios que se consideran vulnerables.

Por lo tanto, es preciso desarrollar campañas de concienciación social y que las ciudades se impliquen en la creación de planes específicos de seguridad vial en aras de proteger a los motoristas.

Lo cierto es que el 10 % de los vehículos que circulan por nuestras carreteras y vías son motos, todas ellas, por supuesto, lo hacen cumpliendo las normas relativas al seguro de moto y el correspondiente casco que han de portar los ocupantes, pero hay que ir un paso más allá para ofrecer la mejor protección a estos conductores. 

Barcelona, la ciudad con más mujeres motoristas

Además, las mujeres también empiezan a cabalgar sobre dos ruedas, dado que hemos pasado de un 10 % de conductoras al actual 16 %. Sin duda, van tomándose muy en serio este modo de transporte e incluso estilo de vida asociado a la moto. 

En concreto, si nos fijamos en los datos que nos ofrece un informe de Anesdor, el lugar donde más chicas hallamos sobre una moto es Barcelona. Ellas conforman el 25% de los conductores.

La moto, ligada al crecimiento de nuevos negocios

Pero este medio de locomoción también crece auspiciado por la llegada de nuevos negocios como como servicios de paquetería, entrega de comida, pequeños autónomos… Por lo tanto, exige tomarse muy en serio las demandas de este sector de la población.

Más sostenible

No podemos pasar por alto que la moto resulta muy sostenible dado que permite eludir el tráfico, abreviar los tiempos de desplazamiento y, por lo tanto, las emisiones. Tanto es así que en un entorno urbano ir en moto permite acortar los trayectos entre un 50 y un 70 %.

A esto se añade que la moto resulta muy asequible y su mantenimiento resulta bastante asumible para cualquier economía por muy modesta que sea.