Los españoles reciclaron más pilas y baterías que nunca durante 2020

Los españoles reciclaron un volumen récord de pilas y baterías durante el año 2020 a través del sistema integrado de gestión de Recyclia, que recogió más de 7.315 toneladas de pilas y baterías, lo que convierte a esta entidad en la quinta por volumen de residuos gestionados en España, ya que desde la puesta en funcionamiento de Ecopilas, ha gestionado más de 43.600 toneladas de pilas desde que arrancó su actividad.

Durante la presentación de resultados anuales, el consejero delegado de Recyclia, José Pérez, ha celebrado que el reciclaje de aparatos electrónicos y pilas «resistió la ralentización impuesta por la Covid-19», las «restricciones a la movilidad y el descenso de la actividad comercial y productiva derivados de la crisis sanitaria».

Además, ha manifestado que durante el confinamiento estuvieron «muy preocupados» porque la demanda de recogida cayó un 70 por ciento e incluso varias empresas del sector tuvieron que entrar en ERTE por la falta de demanda, pero después «hubo un repunte».

Con todo, Pérez ha destacado que desde que comenzó la actividad de Recyclia, el SIG ha gestionado 415.720 toneladas de este tipo de residuos. En sus cuatro fundaciones medioambientales (Ecopilas, Ecoasimelec, Ecolum, Tragatoner/Tragatinta), en 2020 gestionó un total de 59.154 toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) y de pilas y baterías el año pasado. De ellas, 51.839 toneladas fueron de aparatos electrónicos.

En lo que se refiere a pilas y baterías, la entidad ha establecido un récord con la recogida, a través de la fundación Ecopilas, de 7.315 toneladas de estos residuos, tanto de tipo doméstico, como industrial y de automoción. Ecopilas, que ha gestionado más de 43.600 toneladas de pilas desde que arrancó su actividad, ocupa ya el quinto puestoentre los sistemas colectivos de gestión de estos residuos de Europa, según la asociación europea Eucobat.

Pérez ha celebrado que con este volumen ha alcanzado el objetivo que se marcó a raíz de la pandemia de «intentar mantener» el total de residuos por encima de las 50.000 toneladas, pero se ha logrado superar aún más el récord de toneladas logrado en 2019, cuando se gestionaron 57.520.

Entre los incrementos más altos destacó en 2020 la gestión ambiental de paneles solares, que creció un 329 por ciento y alcanzó un volumen de 481 toneladas en 2020. «Aún es poco, pero irá creciendo en el futuro a medida que vaya terminando la vida útil de los paneles que empezaron a instalarse de 2006 a 2009 y posteriormente en los últimos años», ha explicado el director comercial de Recyclia, Gonzalo Torralbo.

«Tras este año inesperado, podemos concluir que la conciencia ambiental, tanto de los ciudadanos como de toda la cadena comercial de los productos electrónicos, ha alcanzado un nivel de madurez de la que todos nos podemos felicitar», ha celebrado Pérez, que observa como se consolida la red de reciclaje y su eficacia al tiempo que aumentan las empresas adheridas.

Asimismo, ha manifestado que el COVID ha ralentizado el reciclaje pero las cuatro fundaciones de Recyclia han resistido incluso con incremento de cantidades de algunos flujos muy relevantes, con aumento de empresas adheridas y de puntos de recogida. Además, celebra que haya incrementado la «concienciación social» lo que hace a la entidad ser «optimista».

OPORTUNIDADES DE FUTURO

En cuanto a los ámbitos de mayor crecimiento en el futuro destaca el reciclaje de paneles solares y de baterías procedentes de la nueva movilidad eléctrica. En 2020 se reciclaron 54 toneladas de baterías de coches, motos, bicis y patinentes. «Parece una cantidad pequeña, y lo es, pero la vida útil media de estas baterías es de cinco a seis años, por lo que este volumen aumentará en el futuro», ha indicado.

Torralbo calcula que, en el marco del Plan Nacional de Energía y Clima, que contempla un 74 por ciento de renovables en 2030, habrá que alcanzar los 3 o 4 gigawatios de instalación de paneles solares fotovoltaicos, que se reciclarán 25 años después, y para ello estima que «al menos» se requerirá una o dos plantas de reciclado en el conjunto de España.

«Decir que 320.000 toneladas a reciclar en los próximos 10 años no es una burrada», ha calculado Torralbo, que cree que hará falta más de una plana.

«Su tratamiento es caro, muy especializado y tienen que aparecer plantas con la capacidad suficiente para lo que va a venir: Esto lanza dos retos, que haya capacidad, que el volumen se adecuado, y financiación», comenta Pérez.

En cuanto a la movilidad desde la entidad subrayan que es otro sector «emergente» en «rápido crecimiento» y de difícil gestión porque en su mayoría tienen litio y níquel. «Los incrementos empiezan a ser fuertes y van a hacer falta infraestructuras de gestión final», ha advertido.

Por eso, Pérez ha indicado que Recyclia está trabajando en desarrollar la red de puntos de distribución porque estas baterías son complejas de almacenar, de modo que está diseñando una nueva red para todas las baterías que se van a originar

En ese sentido, ha apuntado que España tendrá que contar, al menos con una planta de reciclaje de baterías eléctricas. «Hasta ahora no había incentivos suficientes porque no había flujo de residuos pero estamos convencidos de que se va a producir, no puedo especular si una planta o dos, pero existe la tecnología. Ahora depende de la iniciativa empresarial y lo veo de aquí a dos o tres años», comenta.