Andalucía apoya a los pescadores que protestarán con una parada de la flota

La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo, ha traslado al sector pesquero del Mediterráneo occidental el apoyo de la Junta de Andalucía a las «justas reivindicaciones» que están reclamando los pescadores de la flota de arrastre, cerco y artes menores y que este viernes efectuarán una parada de la flota, respaldados también por algunos puertos del Golfo de Cádiz, en contra del Plan de Gestión de Demersales de la UE, que se encuentra en vigor desde el pasado año, así como del Reglamento de Control de la Pesca y Acuicultura, que se está debatiendo en estos momentos en el seno de la UE.

En un comunicado, Crespo solicita al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que «presione con firmeza» a la UE para que modifique el plan de gestión para la pesca demersal en el Mediterráneo occidental, puesto que su aplicación «ya está reduciendo considerablemente la actividad de los barcos de arrastre», cuyas consecuencias están suponiendo la pérdida de empleo y el cierre de empresas

Crespo señala que la UE está poniendo «en serio peligro» el futuro de una actividad pesquera, que es sostenible en Andalucía y, por lo tanto, «el empleo de miles de familias que dependen de este sector estratégico», e insiste en que «la pesca diversifica la economía de los municipios costeros de Andalucía y es motor de empleo».

A juicio de la consejera, para los Veintisiete han pesado más los criterios medioambientales a la hora de fijar los recortes y han obviado que en estas decisiones también hay que contar con otros dos parámetros fundamentales como son el social y el económico. Además, ha apuntado que los informes científicos utilizados para justificar las reducciones y que apelan a la sobreexplotación «son obsoletos y es necesario actualizarlos».

De esta forma, Crespo ha puesto en valor el esfuerzo que los pescadores que ya han llevado a cabo, tal y como demuestran los informes de la propia Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que estima que esa sobreexplotación se ha reducido un 13% entre 2014 y 2019.

Crespo se ha mostrado «preocupada» por la situación en la que se está quedando la flota del Mediterráneo, que ya había pasado de 212 a 93 embarcaciones antes del reglamento y que ahora se enfrenta una nueva disminución del 7,5% en los días de pesca, descenso que se añade al 8% establecido el pasado mes de octubre. «Son 1.426 días menos de faena», detalla, y ha recordado la pérdida de mercado que ha sufrido el sector como consecuencia de la pandemia.

Crespo ya se mostró muy crítica el pasado mes de diciembre tras conocer el acuerdo sobre el reparto anual de los Totales Admisibles de Capturas (TACS) y el plan del Mediterráneo al que llegaron los ministros de Pesca de la Unión Europea y lamentó que antes de decidir estos recortes adicionales «no se elaboró un informe de impacto para conocer si los esfuerzos que ha llevado a cabo el sector han tenido sus frutos en una mejoría del caladero».

Por último, la consejera ha mostrado también su preocupación ante el nuevo reglamento de control de la pesca y la acuicultura, que «parece criminalizar a un sector de forma totalmente injustificada»