Preocupación, tristeza y depresión, estados de ánimo más extendidos en pandemia

Cruz Roja ha alertado este miércoles de las consecuencias que la pandemia ha supuesto en la salud de las personas de forma directa o indirecta, especialmente en materia de salud mental. En este sentido, la entidad ha señalado la preocupación, la tristeza y la depresión, como los estados de ánimo más extendidos.

La organización ha presentado, coincidiendo con el Día Mundial de la Salud, el boletín sobre la vulnerabilidad social ‘El impacto de la Covid-19 en la población atendida por Cruz Roja a través del Plan Responde’, una iniciativa que la ONG puso en marcha tras la declaración del estado de alarma y con la que ha atendido a 3,8 millones de personas.

El objetivo de esta investigación, ha explicado Cruz Roja, es obtener una radiografía detallada sobre el grado de vulnerabilidad, riesgo de pobreza y exclusión y necesidades y expectativas de las personas atendidas por la Organización a través de este Plan.

En dicho estudio se recoge que el 56,7% de las personas atendidas a través de este Plan Responde asegura tener un estado de salud «regular», «malo» o «muy malo» y el 35,2% dice haber empeorado con la crisis sanitaria.

EL 34% TIENE PROBLEMAS PARA DORMIR

Además, explica la organización, el 33,5% ha sido afectado por el coronavirus de un modo cercano, siendo un 15,8% quienes declaran haber contraído la enfermedad personalmente.

En cuanto a las consecuencias «indirectas» de la pandemia, como pueden ser los trastornos psicológicos o emocionales, Cruz Roja indica que el 66% afirma tener algún problema emocional «siempre» o «la mayor parte del tiempo».

En este sentido, apunta que la preocupación (43,1%), la tristeza (28.9%) y la depresión (24,9%) los estados de ánimo negativos más extendidos. Además, el 34% tiene dificultades continuadas para dormir.

«Teniendo en cuenta que Cruz Roja trabaja con las personas más vulnerables, estos datos vienen a demostrar, una vez más, cómo las condiciones de vida de las personas determinan su salud. Las desigualdades en educación, en atención sanitaria, en apoyo social, en empleo, de oportunidades en función del sexo, entre otras, se traducen también en resultados desiguales en salud», ha explicado Cristina Ferrero, del área de Salud de Cruz Roja.

Es por ello que la entidad se ha sumado a la campaña lanzada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que, bajo el lema ‘Construir un mundo más justo y saludable’, busca reparar esta situación generada por la pandemia.

UN MUNDO «DESIGUAL»

Desde la organización señalan que las principales causas de morbilidad y mortalidad hay que buscarlas en las condiciones cotidianas de vida, como el acceso al agua segura, viviendas adecuadas, alimentación, educación o trabajo, la disponibilidad de apoyo social, las condiciones medioambientales, más que en las características físicas o biológicas de las personas.

A su juicio, las conductas relacionadas con la salud o los estilos de vida no siempre provienen de elecciones estrictamente personales y libres. «Es más, la mayor parte de la población no tiene la opción de elegir libremente factores fundamentales para la salud como seguir una alimentación adecuada, vivir en un ambiente saludable o tener un trabajo que no tenga un impacto nocivo para la salud», recuerda Cruz Roja.

Ferrero advierte de que el mundo y la sociedad «es desigual» y esas desigualdades «repercuten de forma clara en la salud de las personas, especialmente de las más vulnerables». Para prevenir esta situación, ha declarado, hay que «seguir trabajando para garantizar la equidad, como pieza central en la salud individual y comunitaria y, en consecuencia, en la recuperación de la Covid-19».