8M: Las mejores heroínas de los videojuegos

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Las heroínas también están en los videojuegos. El 8M también las recuerda a ellas. En el día de la mujer tenemos que destacar a algunas de las protagonistas de títulos que han marcado época. Y es que nos encanta que cada vez más juegos las representen a ellas al frente de la aventura. Y las muestre como son, fuertes, decididas e independientes. Y es que hay quien todavía dice que no se siente representado cuando un juego pone a una mujer como protagonista. No deja de ser un entretenimiento. Y al igual que en una película o en un libro, te puedes personalizar en ellas, en un videojuego también.

A día de hoy ya nadie pone en duda que los videojuegos son el octavo arte. Por méritos propios han conseguido que ciertas protagonistas sean iconos de nuestra sociedad actual. A prácticamente cualquiera que le preguntes, conocerá a Lara Croft. Ella es posiblemente la personalidad femenina surgida de los videojuegos más famosa del mundo. No podemos olvidarnos de luchadoras como Chun-Li de Street Fighter, soldados espaciales como Samus o princesas luchadoras como Zelda. En el día del 8M vamos a hacerles un homenaje a todas ellas y a otras que, aunque no tengan tanta fama, también han marcado un antes y un después.

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Samus Aran

Metroid es uno de los juegos imprescindibles de Nintendo NES. Samus Aran era su protagonista. En los títulos siempre aparece con casco y no se sabe qué sexo tiene. Pero al final de alguna de sus aventuras se quita el caso y se observa que es una mujer.

Pero había que llegar al final. Y no todo el mundo lo hizo. Se supo que Samus era de sexo femenino de una forma más popular en los Metroid Prime. Esos juegos de Switch ya nos dejaban claro que la luchadora era una fémina.

Samus es una de las primeras mujeres protagonistas de su propio videojuego. Ella pudo abrir el camino a ellas en cuanto a colocar a una mujer al frente de un guion y que la aventura fuera igual de buena y de disfrutable que otras con hombres. Y lo mejor, que su armadura no estaba sexualizada. Y tampoco se le reafirmaron rasgos femeninos.

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