Las defensas en el juicio por los atentados de Cataluña aseguran que los acusados no conocían lo que iba a suceder

Las defensas en el juicio por los atentados de Cataluña han asegurado que los acusados de pertenecer a la célula yihadista que atentó el 17 y 18 de agosto de 2017 no conocían lo que iba a suceder en Barcelona y Cambrils (Tarragona) tras la explosión de la casa donde se preparaban explosivos.

La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha reanudado este martes el juicio para que las defensas informaran de las conclusiones alcanzadas. La vista oral se suspendió después de que todas las acusaciones expusieran sus informes finales y antes de dar paso a los abogados que ejercen la defensa, ya que dos de ellos habían dado positivo en covid o tenían síntomas.

La primera defensa en intervenir en la sesión de este martes ha sido la de Mohamed Houli Chemlal, para quien la Fiscalía pide 41 años de prisión. La abogada Carmen González ha asegurado que gracias a la colaboración con la Justicia por parte de su defendido y al reconocimiento de los hechos a lo largo de «las 10 declaraciones» que prestó tanto en sede policial como judicial durante la instrucción del caso, se ha podido «dar una explicación de qué se estaba produciendo o qué sentido tenía todo lo que había sucedido».

Por ello, ha insistido al tribunal en que debe aplicar a Houli Chemlal atenuantes en el caso de que sea condenado. González ha recalcado que Houli Chemlal no era una persona «radicalizada», no pertenecía al «núcleo duro» de la célula y por tanto no tuvo capacidad de decisión en la misma, sino que participó en algunas actividades bajo amenazas, pero que realmente no tenía conocimiento de lo que se estaba planeando.

UNA «PRESA FÁCIL» PARA HACER UNA SERIE DE «TRÁMITES»

«Es el más vulnerable, es el más atractivo para los que puedan tener una inteligencia superior, o para los que estén radicalizados o quieran llevar a cabo la comisión de unos hechos», ha dicho la letrada. Así, ha resumido que su defendido era una «presa fácil» y que le utilizaron para «hacer una serie de trámites, que no han sido tan relevantes ni importantes», como puede ser la venta de joyas para conseguir dinero o el uso de su documentación personal –tiene DNI español– para comprar el material necesario para elaborar explosivos.

En cualquier caso, ha subrayado que Houli Chemlal no era consciente de que el grupo formado por sus «amigos» fuera de «carácter yihadista». «Para nada estaba introducido en esa filosofía, en ese sentir, en ese querer formar parte del yihadismo», ha añadido la abogada.

En este sentido, ha hecho hincapié en que Houli Chemlal no podía conocer lo que iba suceder en La Rambla de Barcelona y en el paseo marítimo de Cambrils el 17 y 18 de agosto de 2017, ya que él se encontraba hospitalizado tras la explosión de la vivienda de Alcanar (Tarragona) en la que se fabricaban explosivos. Por tanto, entiende que este acusado no puede ser «considerado coautor» de los atentados.

Como mucho cree que podría ser condenado a cuatro años de cárcel por el delito cooperación para el depósito y tenencia de explosivos por haber acompañado a miembros de la célula a comprar sustancias químicas, aunque ha puntualizado que con la explosión de Alcanar nunca se podrá saber «qué materiales concretos se estaban utilizando allí» y con qué finalidad se estaban elaborando. Sobre este punto, ha señalado que tampoco ha quedado demostrado que Houli Chemlal manipulara o elaborara explosivos.

Por otro lado, la abogada de este acusado, que ha recordado que el juez instructor requirió «numerosas diligencias a otros países», también ha descartado cualquier conexión internacional del grupo de jóvenes que atentaron en Cataluña con células yihadistas internacionales.

Asimismo, ha cuestionado que se haya acreditado que una de las víctimas de Alcanar fuera el imán Abdelbaki Es Satty, considerado líder de la célula yihadista. Y ha denunciado vulneración del derecho fundamental a la inviolabilidad del domicilio privado en el registro y desescombro de los restos de esta casa, ya que, según ha dicho, comenzaron sin auto judicial que lo autorizara.

ACOTAR LOS HECHOS

Este martes también ha comenzado a informar la defensa del acusado Driss Oukabir –para quien el Ministerio Público pide 36 años de cárcel–, quien ha instado al tribunal a valorar únicamente los hechos anteriores al suceso en Alcanar. Este criterio coincide con el de la Fiscalía, que considera que la explosión de esta vivienda la noche anterior a los atentados, rompió el «nexo causal» con lo ocurrido horas después en Barcelona y Cambrils.

De esta forma, la abogada de Oukabir ha afeado que acusaciones particulares y populares –éstas últimas piden prisión permanente revisable para este acusado y para Houli Chemlal– se hayan «extralimitado» al reflejar en sus escritos hechos que no se plasmaron en el auto de apertura oral.

Esta defensa ha asegurado que Driss Oukabir, quien alquiló la furgoneta con la que Younnes Abouyaaqoub atentó en Barcelona, no pertenecía a ninguna organización yihadista, pues «no consta» la fecha en la que supuestamente se integró en la célula que atacó en Cataluña y que dejó 16 víctimas mortales y centenares de heridos.

«No basta una presunta pertenencia a un grupo para imputar unos hechos», ha afirmado la letrada, al mismo tiempo que ha apuntado que no es posible que Driss Oukabir conociera lo que iba a ocurrir en Barcelona y Cambrils.

Ha argumentado que el acusado no estaba junto a los miembros de la célula mientras comentaban por teléfono que la vivienda de Alcanar había saltado por los aires y por tanto tenían que cambiar los planes previstos. «Ni ellos mismos sabían qué iban a hacer», ha dicho en referencia a esta conversación telefónica de dos miembros del grupo que constan en la causa.

Con todo ello, ha enfatizado que Driss Oukabir quizá participó de forma «episódica» con la célula, pero en ningún caso se radicalizó, ya que «siguió siendo el mismo, saliendo de fiesta, consumiendo alcohol, consumiendo drogas y por supuesto no pasaba por la mezquita».

«HAY MÁS INCÓGNITAS QUE AL PRINCIPIO»

El otro abogado que defiende a Oukabir, Luis Álvarez Collado, también ha tomado la palabra para cuestionar la instrucción realizada por Mossos d’ Esquadra: «No se ha determinado nada, deja más incógnitas de las incógnitas que teníamos al principio», ha dicho.

Entre las dudas planteadas, también ha destacado que no cree que se haya podido cotejar correctamente las muestras genéticas recogidas en Alcanar con las del imán de Ripoll (Girona) Es Satty. Ha comparado esta situación con los errores de identificación de los militares víctimas del accidente del Yak-42 al recordar que «años después se demostró que pruebas de ADN no fueron correctas».

Asimismo, ha denunciado el «descontrol absoluto» en la cadena de custodia de los dispositivos móviles requisados a Driss Oukabir y ha cuestionado la transcripción de las conversaciones que mantuvo con su hermano a través de la red social Facebook.

La defensa de Oukabir continuará mañana exponiendo su informe y le seguirá el abogado del tercer acusado, Said Ben Iazza, para quien la Fiscalía sólo pide ocho años de prisión por colaboración. Después será el momento en el que los acusados puedan hacer uso de la última palabra, antes de que el tribunal deje el juicio visto para sentencia.