El consejero de Sanidad de Extremadura no descarta un encierro «completo»

El vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, ha señalado que no descarta solicitar un confinamiento completo para afrontar la tercera ola de la pandemia de Covid-19, si bien ha advertido sobre los «efectos secundarios» que esta medida tendría en la economía así como otros de tipo social e incluso sanitarios, como el deterioro cognitivo que produce el encierro de personas mayores en sus domicilios.

Vergeles, que ha señalado que desde el punto de vista sanitario un confinamiento «completo» como el de marzo de 2020 sería la «solución definitiva», al mismo tiempo que ha subrayado que hay que entender que «el PIB ha bajado de forma muy importante», y también hay que «conjugar esa parte», en referencia a la económica.

Por tanto, ha apelado a la búsqueda de «herramientas» que sean lo «suficientemente drásticas» para reducir la movilidad y los contactos de los ciudadanos, pero que también permitan a la ciudadanía «vivir», según ha indicado en una entrevista en Onda Cero.

En este sentido, y tras señalar nuevamente que no descarta un confinamiento severo como el de la pasada primavera, porque si hay algo le ha enseñado el virus es que «no se pueden descartar medidas», ha apuntado que desea no llegar a este punto, para lo cual ha apelado a la ciudadanía a que «intente una especie de autoconfinamento que le permita poder realizar determinadas actividades que para poder recuperar la economía y la parte social».

En todo caso, ha señalado que el confinamiento completo es «una medida no farmacológica pero con efectos secundarios», entre los cuáles se ha referido al deterioro cognitivo que puede provocar en personas mayores, que en muchos casos ya viven de alguna manera «autoconfinadas».

Con respecto al ritmo de vacunación, ha señalado que ya se ha incrementado el número de dosis diarias administradas, al tiempo que ha celebrado que en la región haya «un porcentaje de rechazo muy bajito», que ha cifrado en el 1,5 por ciento.

Por otro lado, ha vuelto a lamentar el «ranking» generado con la publicación del ritmo de vacunación en las comunidades autónomas, así como ha reiterado que considera que «no está mal reivindicar el principio de prudencia y precaución» en la administración de las primeras dosis como con «cualquier medicamento nuevo», y más en este caso que conlleva «una dificultad tan importante» en cuanto a la logística de distribución.

En este sentido, y en alusión a la polémica por las palabras del presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, con respecto a la ralentización de las vacunas los primeros días, y tras el anuncio de Pfizer acerca de que se va a reducir la entrega de dosis, Vergeles ha apuntado que «de no haber guardado dosis» para crear «una especie de reserva, se podría haber comprometido la segunda dosis en las residencias».

Por tanto, ha insistido, tener «precaución» en la administración de una vacuna «no puede ser malo, no puede ser un error», al tiempo que ha reiterado que «jamás» se ha cuestionado desde Extremadura que esta sea segura.