Garamendi rechaza la armonización fiscal por ser «subida de impuestos»

El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, ha rechazado este viernes la armonización fiscal acordada entre el Gobierno y ERC en las negociaciones sobre los Presupuestos porque es «subida de impuestos», y ha dicho que lo entendería si fuese una armonización «a la madrileña», con bajada de impuestos, al tiempo que ha defendido que el 80% de lo recaudado en la Comunidad de Madrid va para el conjunto de España y recauda más que otras regiones pese a tener el mismo PIB.

Así lo ha señalado en una entrevista en TVE, recogida por Europa Press, al ser preguntado sobre la armonización fiscal acordada por el Gobierno de coalición y ERC, un planteamiento que es uno de los puntos para que la formación catalana apoye los Presupuestos y que ya se encontraba en la agenda del Ejecutivo.

Garamendi ha dicho que la palabra «eufemismo» debería ponerse sobre la mesa cada vez que se abre un debate y «se inventan una palabra», porque la pretendida armonización fiscal, a su juicio, es «subida de impuestos», algo que en CEOE consideran que «no es la mejor opción».

«Si es una armonización a la madrileña (bajada de impuestos), lo entenderíamos», ha afirmado Garamendi, quien sin embargo considera que si es para subir impuestos «es un debate que no tiene encaje», ya que solo uno cada cinco euros recaudados en Madrid se queda en la región y «el 80% va al fondo interterritorial, a España».

Además, ha defendido que si las CCAA tienen competencias en materia fiscal, «tiene poco sentido que ahora se quieran quitar esas competencias a las CCAA«, ya que se podría hablar de esa materia y de «otras muchas», por lo que ha defendido la «España diversa que se han dado los españoles».

De hecho, ha apuntado que si se comparan dos CCAA con un PIB parecido, en alusión a Cataluña y Madrid, es «sorprendente» que una recaude más que la otra, por lo que ha opinado que «igual cada uno se tiene que mirar qué es lo que hace», porque «las inversiones van donde hay más estabilidad, no es solo un planteamiento de impuestos, sino de estabilidad».

A este respecto, ha sostenido que las empresas catalanas que se han trasladado a Madrid desde el referéndum del 1 de octubre de 2017 «desde luego no fue por el tema fiscal porque llevaban muchos años en Cataluña y no la habían abandonado», sino que cree que se debió a una situación de «inseguridad jurídica».

Igualmente, ha afirmado sobre la presión fiscal en España que es «verdad» y «evidente» que si se divide lo que se recauda por el número de españoles, la presión fiscal es menor que en Europa, pero si se divide por el número de españoles que pagan impuestos «no es así» y «es más alta en España».

Ha citado un estudio del Instituto de Estudios Económicos (IEE) y la Tax Foundation que refleja que la economía sumergida en Europa es del 13% y en España del 24%, para hacer hincapié en que ese ‘gap’ supone 80.000 millones y supone un ‘dumping brutal’, especialmente para las pequeñas empresas, algo que desde la patronal trata con los gobiernos «permanentemente» para arreglar al ser un espacio con el que recaudar más.

Posible déficit del 8%

Respecto a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y el ‘no’ de Cs, ha indicado que las cuentas tienen «muchas variables, espacio y planteamientos en los que uno puede estar más o menos de acuerdo», y en este caso el Gobierno tenía «varias opciones» y «ha elegido la que ha elegido», algo que ve «legítimo», aunque ha rechazado las subidas de impuestos y ha recordado que la previsión recogida de un crecimiento de un 9,8% difiere del 5,4% estimado por la Comisión Europea.

Al margen de que son unos PGE «mejorables», cree que los PGE no deben ser para toda la legislatura, sino para un año y en 2021 volver a negociarse unos nuevos al ser una ley «fundamental».

El presidente de la patronal ha avisado de que en 2022 la Comisión Europa volverá a exigir que el déficit público no supere el 3% del PIB y en CEOE estiman que podría alcanzar el 8%, lo que supondría un «problema» del orden de 50.000 o 60.000 millones de euros.