Exteriores: Embajador en Londres seguirá en su puesto aunque se jubile como funcionario

El Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación ha aclarado este jueves que el embajador de España en Reino Unido, Carlos Bastarreche, seguirá en su puesto aunque se jubile como funcionario al cumplir 70 años este viernes.

Según han informado a Europa Press fuentes de Exteriores, Bastarreche permanecerá como embajador de España en Londres «hasta que termine la negociación sobre la relación futura entre la UE y Reino Unido», que se encuentra ya en la «recta final».

Bastarreche cumplirá este viernes 70 años, la edad de jubilación como funcionario, pero las fuentes consultadas han aclarado que su nombramiento como embajador, algo que corresponde al Consejo de Ministros, sigue vigente. La ministra, Arancha González Laya, ha hablado con el diplomático para comunicárselo.

Los embajadores son nombrados y cesados por real decreto por parte del Consejo de Ministros y no es necesario ser diplomático ni funcionario para acceder al puesto.

El asunto ha motivado una pregunta de la diputada de Ciudadanos Marta Martín Llaguno al secretario de Estado para la UE, Juan González-Barba, que ha comparecido en la Comisión Mixta Congreso-Senado para la UE.

González-Barba ha dicho que, en cualquier caso, los intereses de España estarán «perfectamente cubiertos» y que el encargado de negocios es un diplomático «excepcional» y de «amplia experiencia».

No es la primera vez que un embajador se mantiene en su puesto después de cumplir los 70, aunque en otras circunstancias. En 2016, el entonces ministro José Manuel García-Margallo prorrogó el mandato de cinco de ellos porque cumplieron 70 años mientras el Gobierno estaba en funciones y no podía, por lo tanto, nombrar a sus sustitutos.

Antes de eso, el único precedente fue el de Carlos Westendorp al frente de la Embajada en Washington, en tiempos del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que no mantenía unas buenas relaciones con la Administración de George W. Bush.

La diferencia es que, en aquella ocasión, la prolongación del mandato de Westendorp se publicó en el BOE, cosa que no se hizo en los posteriores, precisamente con el argumento de que, al ser altos cargos, a los embajadores no les afecta esa regla.