Las salchichas le gustan a todo el mundo. Perfectamente pueden comerlas los niños, pero también gusta a mayores. Ciertamente no es un alimento especialmente sano. Pero de vez en cuando darse un caprichito tampoco está de más. Vamos a daros la receta secreta de uno de los platos que más pueden hacer disfrutar a la familia. Ya sea para la comida o para la cena, estas salchichas al vino son garantía de éxito seguro.
Para las salchichas al vino vamos a necesitar, para cuatro personas, unas 4 o 5 salchichas por persona. También necesitaremos una cebolla, vino blanco, aceite de oliva, un ajo, sal, una pastilla de caldo de pollo y finalmente harina. Con esto vamos a conseguir unas salchichas al vino blanco apta para todos los públicos, porque el alcohol se evapora. También incluiremos cebolla para darle un punto de sabor aún mejor.
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Paso 1 de Salchichas al vino
Para empezar, debemos poner una sartén en el fuego y poner unas 2 cucharadas de aceite. Deberemos pelar la cebolla y cortarla en juliana para que se formen tiras largas. El ajo lo laminaremos y lo dejaremos aparte.
Mientras se calienta el fuego, deberemos preparar un vasito de vino blanco y poner un vaso con agua caliente y echar la pastilla de caldo para que vaya deshaciéndose.
También, con un punzón, iremos pinchando las salchichas para que luego, al ponerlas con el caldo, se hagan por dentro y absorban todo el sabor del vino y del propio caldo de pollo.
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Paso 2
Cuando la sartén esté caliente la pondremos a fuego medio. Introduciremos la cebolla cortada y los ajos. Deberemos remover para que no se quemen los ajos ni se pegue la cebolla.
Deberemos tenerlo hasta que la cebolla esté transparente. Como dato extra, si queremos, podemos caramelizarla para darle un punto dulce.
Para caramelizar la cebolla, una vez introducida en la sartén, le echaremos una pizca de sal para que saque sus jugos y pondremos un poco de azúcar para ayudarle. Si queremos caramelizar, dejaremos a fuego medio y bajo durante unos 10 a 15 minutos.
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Paso 3
Cuando la cebolla ya esté caramelizada es momento de echar las salchichas. Como decíamos antes, hay que asegurarse de que estén pinchadas. Esto se puede realizar con un tenedor o con un punzón.
Al pincharlas, también conseguiremos que saquen sus líquidos y se mezclen con el resto de elementos. Pero además haremos que no se reviente la cobertura. Hay otra forma de hacerlas, sacando la carne picada de dentro de la propia salchicha.
Deberemos dejar las salchichas hasta que cojan color, que estén hechas por fuera, pero por dentro sigan cruditas. Deberemos ir dándoles vueltas para que se hagan por todos lados.
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Paso 4 de las salchichas al vino
Cuando las salchichas estén doraditas es momento de echar la harina. Con la harina vamos a hacer que se espesen los líquidos que vamos a poner a continuación. La harina debe dejarse hasta que esté doradita para eliminar el sabor a crudo.
Tras haber cocinado un poco la harina echaremos el caldo de pollo. Con medio vasito de caldo es suficiente, aunque dependiendo de cómo queramos la salsa, pondremos algo más o menos. También hay otra opción.
Podemos echar el vino y en el propio vino deshacer la pastilla de caldo. Además, la salsa va a quedar más reducida y menos líquida. Ya es la opción que deseemos. Si echamos el caldo posteriormente echaremos el vino.
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Paso 5
Con el caldo de pollo y el vino, taparemos las salchichas durante al menos 15 o 20 minutos y bajaremos el fuego. El caldo debe hervir, ya que el alcohol debe evaporarse.
Deberemos controlar en todo momento el caldo para que no se evapore del todo. También iremos cada rato dando la vuelta a las salchichas para que se cocinen por todos sitios.
El tiempo estimatorio de dejar las salchichas es para dejar reducir la salsa. Cuando esté a nuestro gusto, sacaremos las salchichas. Tenemos que tener en cuenta que, si la salsa se reduce más, tendrá más potencia de sabor. Si está más líquida, tendrá menos potencia.
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Paso 6
Antes de terminar deberemos probar la salsa. Comprobaremos el nivel de sal. Si nos parece que está sosa, echaremos sal. Al meter el vino y el caldo de pollo, la sal debería estar en su punto justo, así que no debería de tocarse.
Cuando la salsa esté a nuestro gusto, sacaremos las salchichas y podremos servirlas junto con la cebolla. Si queremos hacer un plato único, sería ideal hacer unas patatas fritas y poner las salchichas, la cebolla y la salsa junto a las patatas.
Las salchichas y la cebolla mantienen muy bien el calor, habrá que dejar reposar unos minutos para que se enfríen un poco y pierdan temperatura. Y prepara pan porque tus hijos van a querer mojar toda la salsa del plato.
Esta receta se puede realizar tanto con vino blanco como con vino tinto. También, como decíamos antes, se puede utilizar la carne interior y hacer una innovación en la clásica receta y así sorprender a todos los comensales.
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