Aleatica entra en Italia con la compra de una autopista a Intesa SanPaolo

Aleatica ha completado la adquisición de Brebemi, una sociedad concesionaria italiana que opera la autopista de peaje A-35 que une Milán y Brescia en la región de Lombardía, a la entidad transalpina Intesa SanPaolo.

Según informaron a Europa Press en fuentes del mercado, la transacción culmina el proceso de compra del 56% que el banco tiene en Autostrade Lombarde, sociedad que, a su vez, controla el 80% de Brebemi, valorada en 2.000 millones de euros.

De esta forma, la valoración de los activos en manos de la empresa con sede en Madrid asciende a unos 800 millones de euros, teniendo en cuenta su participación indirecta del 44,8% en Brebemi, tras esta transacción que ya ha obtenido las aprobaciones y consentimientos de las autoridades reguladoras y gubernamentales italianas.

La reciente adquisición supone la irrupción de Aleatica en el mercado italiano, lo que consolida su cartera de activos de infraestructuras de transporte en Europa y América Latina, al contar con 20 concesiones en seis países a través de 15 autopistas de peaje.

Esta transacción también representa la primera inversión en Italia por parte de IFM Global Infrastructure Fund, el fondo de inversión propietario de Aleatica y, a su vez, gestionado por IFM Investors.

Perteneciente a 27 fondos de pensiones australianos y uno de los mayores inversores en infraestructura del mundo, IFM Investors «cuenta con una filosofía de inversión responsable a largo plazo y gestiona una cartera global de activos en Europa, América y Australia», según explica la firma en un comunicado.

Esta vez, la autopista comprada en Italia cuenta con 62 kilómetros y entró en operación en 2014 a través de un acuerdo a largo plazo cuya concesión termina en 2040. Conecta Milán y Brescia en la región de Lombardía, una de las regiones más industrializadas del país.

La adquisición de Brebemi refleja la estrategia de Aleatica e IFM GIF en la inversión a largo plazo en autopistas de peaje, una clase de activos en el que ambas compañías defienden contar «con una dilatada experiencia como inversores y operadores», respectivamente.