jueves, 18 abril 2024 3:04

El Real Madrid dice adiós con una agria victoria

El Real Madrid despidió la temporada con un triunfo inservible para seguir con vida en la fase final de la Liga Endesa tras imponerse al Casademont Zaragoza (97-88) en la quinta y última jornada, un partido que cierra el mayor fracaso liguero de los blancos desde hace doce años.

Más de una década llevaba el Madrid sin estar ausente en las semifinales y Laso, desde que llegó, siempre había jugado la final. Este año, con un formato casi sin margen de error, condenó al vigente campeón, que pagó su falta de concentración ante el Morabanc Andorra y el San Pablo Burgos en dos derrotas inesperadas.

Sin nada en juego también para los zaragozanos, el partido discurrió con ritmo -más del esperado- y con buenas acciones de algunos jugadores cuyo futuro está en el aire y pudieron haberse despedido este viernes. En el Real Madrid, por ejemplo, el ‘Facu’ Campazzo, que escucha cantos de sirena de la NBA para la próxima temporada y estuvo a la altura como suele ser habitual.

El Real Madrid no tardó en hacerse dueño del marcador con un acertado Fabien Causeur al que se sumó un buen trabajo global en la pintura, sobre todo de Tavares, máximo anotador del encuentro con 20 puntos. Así ocurrió, del 22-17 del primer cuarto se pasó al 48-36 al borde del descanso. Los de Laso demostraron que querían terminar el campeonato con una victoria honrosa que lavase la imagen de días anteriores y cumplieron con su objetivo pese a su pobre estado anímico.

Thompkins se gustó durante varios minutos y Campazzo aportó cuando mejor defendió el equipo de Porfirio Fisac. Al comienzo del tercer asalto surgió un Zaragoza más ‘enchufado’, el cual ya no dependía de los puntos del joven Ander Urdiaín, una de las sensaciones en el conjunto aragonés, y fue entonces cuando aparecieron Ennis y Pradilla para no perder la cara al partido.

De hecho, la victoria blanca parecía resuelta con ventajas de +10 a falta de ocho minutos, sin embargo, el final tuvo más emoción de la esperada. Alocén anotó dos triples seguidos, al Madrid le tamblaron las piernas, pero el marcador no menguó de las cinco unidades. El equipo de Laso se despidió de una extraña temporada en un partido que, como anécdota, acabó con un triple de Campazzo desde su propio campo.