Las mejores ciudades (y sitios) para comer sin gluten en España

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La enfermedad celíaca es un fenómeno en aumento. Actualmente afecta a alrededor del 1% de la población española y cada año la cifra aumenta en un 15%. Además, cerca del 10% de la población es sensible al gluten, patología de nuevo diagnóstico. Eso en el caso de las personas diagnosticadas, ya que se estima que muchas más sufren alguna de estas dolencias sin haberle puesto nombre aún. La creciente popularidad de la dieta sin gluten ha despertado el interés de la industria alimentaria y el sector de la restauración, multiplicando las opciones disponibles para quienes tienen que fijarse bien a qué le hincan el diente.

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Santiago

Restaurante O Curro Da Parra

Lo primero que se viene a la mente cuando uno piensa en la capital gallega es su espectacular Catedral y el mundialmente conocido camino de Santiago. Sin embargo, Galicia es también todo un referente gastronómico y Santiago es un digno representante, con una cocina exquisita, sana y además variada ¿Te animas a descubrirla?

O Sendeiro, a 800 metros de la Catedral, es un restaurante de primera categoría con opciones sin gluten más que abundantes. Puedes abrir el apetito con delicias típicas gallegas como el laminado de pulpo á feira, el plato de quesos gallegos o ¡las tradicionales zamburiñas! Luego puedes entregarte al sabor del mar con un pescado como el bacalao a la crema de coliflor o disfrutar de unas carrilleras de cerdo ibérico. Para ponerle el broche al festín, tienes postres de lo más sofisticados: piña cítrica con espuma de yogur y leche de coco o un 4 texturas (el original lleva 5, pero ésta es la versión adaptada), que conjuga sabores y texturas distintas para que te vayas de allí con el mejor sabor de boca.

Otra magnífica opción es O Curro da Parra, donde puedes empezar por unas habas con chocos en su tinta, unos berberechos XXL o unos ¡langostinos pil-pil! para continuar con pescados, como la merluza en salsa verde, el bacalao con puré de coliflor o la caldeirada de pinto, carnes como el porco celta con crema de zanahoria o el ¡solomillo de ternera con puré de patatas! Y rematar con postres como el ¡lingote de chocolate negro con helado!