En la Antigua Roma, una civilización conocida por su grandioso papel en la historia, contaban con un truco ingenioso y efectivo para limpiarse después de usar el baño que, en algunos aspectos, podría considerarse superior al papel higiénico moderno. En esta civilización la higiene personal era un aspecto fundamental de la vida cotidiana.
A pesar de no contar con las comodidades y tecnologías modernas, en la Antigua Roma sus habitantes desarrollaron ingeniosas soluciones para mantener la limpieza corporal, incluyendo las termas, o baños públicos romanos, eran más que simples lugares para asearse; eran complejos espacios que combinaban funciones higiénicas, sociales y deportivas.
1Las termas: centros de higiene y vida social en la Antigua Roma
Las termas, o baños públicos de la Antigua Roma, eran más que simples lugares para asearse, fueron complejos espacios que combinaban baños con diferentes temperaturas, gimnasios, bibliotecas e incluso salas de reuniones.
Constituían un punto central de la vida social de la Antigua Roma, donde las personas se reunían para conversar, realizar negocios e incluso concertar citas, además de las piscinas, las termas también ofrecían saunas, salas de masajes.