Lorenzo Amor (ATA) deja en evidencia la gestión del Gobierno con el IPC

Es verdad que la inflación en España ha bajado a cifras notablemente bajas de cómo estábamos hasta hace un año, pero todavía no a cómo se quiere. Y ahí, los grandes damnificados son los autónomos, como (casi) siempre… y Lorenzo Amor ha querido dejarlo claro.

Esta es una situación que puede seguir empeorando, ya que un 62,3% alerta de que tendrán que subir los suyos ante la incapacidad de sostener la situación, según se desprende del XIV Barómetro de la Federación Nacional de Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA).

Por otra parte, «cuatro de cada diez autónomos no ha adaptado los incrementos de los costes a los precios de venta», ha destacado el presidente, Lorenzo Amor, lo que significa que están «soportando sobre sus espaldas el incremento de los costes«.

ATA prevé que este 2023 sea el segundo año consecutivo de bajas de autónomos

Ante esto hecho, hay que recordar que 2023 empezó con datos negativos, pues en los últimos meses se han perdido 18.000 autónomos y hay 18.300 empresas menos. Además, informó en febrero había 5.000 autónomos menos que en el mismo mes de 2022, un dato interanual ‘malo» que no se veía desde 2012.

En su caso, el propio Lorenzo Amor recordó que la situación de la mayoría de las empresas y los autónomos «es incierta y crítica». En esta línea, recalcó que este colectivo se está enfrentando a «constantes dificultades en su actividad por el alza de los costes en materias primas o subidas de impuestos».

«Entre mayo de 2008 y 2011, se perdieron en España 300.000 autónomos, aquello advertía de la situación de que se estaba perdiendo el empleo. Si el pasado año se perdieron autónomos, este año no vamos a estar mucho mejor», ha vaticinado. Y eso se transporta, también, a la inflación del IPC.

La inflación en marzo cae por la bajada del precio de la electricidad y carburantes

La inflación de marzo de 2023 ha dado como resultado un dato del 3,3%, que es casi tres veces menos que la de hace un año, cuando fue del 9,8%. También la más baja desde agosto de 2021. El dato rompe la tendencia al alza de este 2023 tras dos meses de subidas consecutivas.

La bajada se debe, en su lugar, a la comparación de los precios de los carburantes y la electricidad con respecto a marzo de 2022. Ese mes aumentaron y ahora disminuyen.

Eso sí; esta inflación no tiene en cuenta el precio de los alimentos ni de la electricidad. Esta evolución es debida, principalmente, a que los precios de la electricidad y de los carburantes aumentaron en marzo de 2022 y este mes bajan. La bajada del precio de la electricidad habría ayudado a evitar la subida del IPC.

Ipc Marzo 2023 Lorenzo Amor

Una bajada por el denominado «efecto escalón» que ya adelantaban los malos presagios. ¿Qué quiere decir que el IPC baja por el ‘efecto escalón’? El cálculo sale de comparar uno de los peores meses, -en relación al IPC- que fue el de marzo de 2022.

La bajada del IPC de marzo es más un espejismo, y el Gobierno lo sabe

Ahora la tasa interanual de marzo compara niveles de precios elevados, los actuales, con niveles de precios también muy elevados, los de marzo de 2022. La diferencia entre ambos es menor. Y eso es algo en lo que Lorenzo Amor también ha tildado al Gobierno.

El hecho de que este «espejismo» no refleje el devenir real de los precios viene dado por dos datos que este jueves no va a comentar ningún miembro del Gobierno. Por un lado la inflación subyacente, que trata de eliminar del indicador los elementos más volátiles de la composición de precios (energía y alimentos no elaborados) y que está cronificada en el nivel del 7,5%.

Los elevados costes de producción, la mayoría relacionados directamente con la guerra en Ucrania, son el argumentario unánime que esgrime el sector alimentario. La realidad es que son ya 13 los meses consecutivos en los que la inflación no tiene freno. Desde enero de 2022, cuando la inflación de los alimentos se situó en el 4,8%, la tasa ha ido creciendo mes a mes hasta alcanzar la cifra récord del 16,6%, que no se había vuelto a ver desde 1994.

Con estos mimbres, aunque parezca lo contrario, la inflación sigue sin dar tregua a familias y empresas tras elevarse el citado 6% en tasa interanual, una décima más que en el mes anterior, debido fundamentalmente al nuevo empujón mensual de los alimentos del 1,2%, impulsado por el encarecimiento de las legumbres, las hortalizas y la carne.