San Fulgencio, Obispo de Ruspe, es uno de los santos a los que honramos el 01 de enero

San Fulgencio tuvo una vida que podríamos llamar disipada y lujosa, ya que se convirtió en Vicegobernador y recolector absoluto de todos los impuesto de Byzacena, pero casado de la vida mundana, se entregó a la labor de Dios.

Fulgencios hay muchos en España, por aquella costumbre de vieja data de nombrar a los recién nacidos, bautizándolos con el nombre alguno de los santos que correspondía al día de su nacimiento, de modo que es posible que tengas un tío o un abuelo llamado Fulgencio, y que por tradición familiar, el nombre haya ido pasando de generación en generación. Hoy es el día para que lo felicites, si la resaca te deja.

San Fulgencio

San Fulgencio

San Fulgencio nació en el año 468 d. C., treinta años después de que los vándalos separaran África del Imperio Romano. En Bizancio, fue elegido procurador, vicegobernador y recaudador de impuestos.

Pero la vida secular pronto lo aburrió, y San Fulgencio era muy consciente de sus peligros, y se armó contra ellos mediante la lectura espiritual, la oración, el ayuno estricto y las frecuentes visitas a los monasterios.

Todo esto, así como el sermón de san Agustín sobre el salmo 36, en el que el divino doctor habla del mundo y del breve tiempo de la existencia humana, le infundieron un fuerte deseo de dedicarse a la vida religiosa. Fue consagrado obispo en el año 508.

En Cagliari, convirtió su casa en un monasterio. El sitio se convirtió instantáneamente en un refugio para todos aquellos en duelo y aquellos que necesitaban consejo. Durante dicho retiro, el santo escribió muchos tratados para ayudar a los devotos en África.

Cuando el rey Trasimondo descubrió que Fulgencio era el principal apoyo y defensor de la comunidad, mandó llamarlo y le reveló sus razones para oponerse a la fe; a lo cual San Fulgencio respondió y el rey llegó a admirar su humildad y conocimiento

San Fulgencio también escribió tres libros dedicados al Rey Trasimundo. Al rey le gustó el trabajo y lo hizo vivir en Cartago. Sin embargo, los arrianos se quejaron repetidamente del éxito de la predicación de San Fulgencio y, como resultado, se tuvo que exilar nuevamente en 520 a Cerdeña.

Un año antes de su muerte, San Fulgencio fue a un monasterio en la isla de Kisnia para prepararse para la eternidad. Soportó el dolor con paciencia. Tenía 76 años cuando murió. Designó a Hilderico como su sucesor. San Fulgencio eligió a San Agustín como modelo, siendo fiel a sus obras, logró renovar su espíritu y explicar sus enseñanzas.

La primera celebración mariana del año

La primera celebración mariana del año

El 01 de enero también es una fecha importante, porque se trata de la primera de las celebraciones marianas del año, la de la Solemnidad de la Santísima Virgen Maríade Santa María, madre de Dios. Este día hace referencia al dogma de la divina madre de María establecido en el Concilio de Éfeso, que afirma que la Virgen es la madre del Señor.

La doctrina de la Madre Divina consiste en que la Santísima Virgen María es verdaderamente Madre de Dios, porque concibió y dio a luz a Jesucristo por obra del Espíritu Santo, no en su divinidad, sino en su naturaleza humana. Asumo. Así se explican en el Sínodo, la enciclopedia de las denominaciones católicas.

Además de a San Fulgencio, y a la primera gran celebración mariana, el Santoral Católico recuerda el 01 de enero a muchos otros santos y beatos, cuyas obras y vidas fueron un gran ejemplo, entre los que se encuentran:

San Almaquio, San Claro, San Eugendo, San Frodoberto, San Guillermo abad de San Benigno de Dijon, San José María Tomasi, San Justino obispo, San Odilón de Cluny, San Vicente María Strambi, Santa Zdislava, Beato Hugolino anacoreta, Beato Juan Lego, Beato Mariano Konopinski, Beato Segismundo Gorazdowski y Beato Valentín Paquay.