España retira los helicópteros de Malí y deja solo 350 militares, a la espera de que la UE decida el futuro de la misión

El Ministerio de Defensa ha replegado la unidad de helicópteros que España tenía desplegada en Malí y dejado la misión con alrededor de 350 efectivos, un 30 por ciento menos de los que tenía hace solo seis meses. Todo ello a la espera de que la Unión Europea decida el futuro de la operación, suspendida desde el mes de abril.

España ha decidido retirar los helicópteros del Ejército de Tierra desplegados en Malí ante la situación de hibernación de la misión, que se encuentra en proceso de revisión por la Unión Europea. Según han confirmado fuentes militares, la unidad al completo, formada por los helicópteros y alrededor de 60 militares, regresó a España la pasada semana.

Con ello, el número de efectivos españoles desplegados en Malí ronda los 350, lejos de los 500 que llegó a tener hace solo seis meses, y su actividad se centra en la capital, Bamako, y el centro de entrenamiento ubicado en Koulikoro.

Precisamente, la decisión de replegar los helicópteros que llegaron a Malí hace solo 14 meses se debe a la supresión de las actividades de entrenamiento en otras zonas del país, lo que ya no hace necesario el traslado de tropas por aire.

El Servicio de Acción Exterior de la UE que dirige Josep Borrell presentará a los Veintisiete un nuevo plan de misión con la idea de que se apruebe a finales de septiembre y se pueda implementar en los meses venideros.

El nuevo plan tendrá en cuenta todos los factores que influyen en la presencia militar y la relación con Bamako, incluyendo la presencia de actores militares como la organización paramilitar rusa Grupo Wagner que opera en el país con el beneplácito de la junta militar.

El escenario más probable es el de reducir al máximo la misión y limitarla a cuestiones de asesoramiento militar. Una presencia mínima permitiría conservar la misión y dejaría la puerta abierta a reforzar la presencia si se dan las condiciones más adelante.

En todo caso, un portavoz de la UE ha explicado que una nueva revisión de toda la estrategia de la UE en Malí tendrá lugar en la primavera de 2023, cuando los Estados miembros pasarán examen tanto a la misión militar como a la de acompañamiento civil, EUCAP Malí.

Desde abril la UE mantiene suspendidas la labores de entrenamiento tras no recibir suficientes garantías de Bamako de que los militares entrenados no estarán a las órdenes de paramilitares rusos del Grupo Wagner.

El siguiente paso será reducir su contingente, que llegó a contar con 900 efectivos europeos. España se mantiene como el mayor contribuyente de la misión y ha apostado en todo momento por mantener la presencia en Sahel, que percibe como una región clave para la seguridad europea.

En cualquier caso, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha reiterado en varias ocasiones que supedita cualquier paso a que las decisiones se adopten a nivel de los Veintisiete. En la misma línea, Borrell ha expresado su deseo de no retirar la misión y mantener la presencia europea en la zona, «recalibrando el ámbito operativo» y abriéndose a reformar su mandato.

Presente en el país desde 2014, la misión militar de la UE se ha enfrentado a multitud de dificultades por la deriva de las autoridades militares malienses, responsables de dos golpes de Estado desde 2020, y sus lazos crecientes con Rusia.

Además, la operación quedó en entredicho después de la decisión de Francia de sacar todas sus tropas de Malí poniendo fin a la operación Barkhane que combatía el terrorismo en el norte del país y que resultaba clave para garantizar la seguridad de la misión europea.

«Será una oportunidad para hacer un balance de la situación, examinar los efectos de nuestras acciones, evaluar las posibilidades de actuar y adaptar la posición de las misiones en consecuencia», ha añadido.