Cárcel, drogas y muertes: la cara oscura de Gran Hermano

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Más de 500 personas han entrado a la casa de Gran Hermano durante sus 18 ediciones de anónimos. La vida de todos los participantes en el reality se ha visto marcada por salir en la televisión. Muchos han conseguido fama y dinero fácil, pero otros han visto la cara oculta de la popularidad.

Los espectadores hemos sido partícipes de todo lo que les ocurre a los concursantes de Gran Hermano al salir del reality. Por este motivo, vamos a recordar la cara menos bonita de Gran Hermano (cárcel, drogas, muertes…).

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LA ADICCIÓN A LAS DROGAS DE JULIÁN (GH 5)

Julián era un yesero de Tarragona que entró a la casa de Gran Hermano con 26 años. El joven pasó 112 días en el reality y se convirtió en el tercer finalista de la quinta edición. Julián participó como colaborador en Crónicas Marcianas y después desapareció de la televisión.

En el 2017, un periódico de tirada nacional publicó que un concursante de la quinta edición de Gran Hermana cuya inicial empezaba por J era un adicto a las drogas. Entonces, Julián dio un paso adelante y confesó su drogadicción. En la actualidad, el joven se encuentra totalmente rehabilitado de su enfermedad.