El Fondo Internacional para el Bienestar Animal sitúa a España como el primer exportador de aletas de tiburón de la UE

El Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW, por sus siglas en inglés) ha publicado un informe en el que sitúa a España como el primer exportador de aletas de tiburón de la Unión Europea y como el segundo importador de su carne.

El informe ‘Supply and Demand: The EU’s role in the global shark trade’ (‘Oferta y demanda: El papel de la UE en el comercio mundial de tiburones’), destaca el papel «clave» como proveedor y comerciante en el comercio mundial de tiburones y por tanto, como responsable de abocar a muchas especies a la extinción.

El trabajo documenta los datos aduaneros primarios oficiales de la Región Administrativa Especial de Hong Kong, Singapur y Taiwán (provincia de China), que incluyen los datos de importación y exportación tanto de aletas como de carne desde 2003 y 2020.

Así, los datos de estas casi dos décadas reflejan que los Estados miembro de la UE son el origen del 45 por ciento de los productos relacionados con las aletas de tiburón importados por la RAE de Hong Kong, Singapur y la provincia de Taiwán en 2020.

De acuerdo con estos datos, de todas las importaciones relacionadas con las aletas de tiburón declaradas por los Estados miembros de la UE, España constituyó la mayor fuente de importaciones declarada, con 51.795,32 toneladas métricas registradas.

De este modo, España es uno de los principales exportadores de aletas del mundo mientras que la RAE de Hong Kong, la provincia de Taiwán y Singapur, reciben «constantemente» esas importaciones.

Por otro lado, respecto a las exportaciones de carne de tiburón a la UE, España es el segundo, por detrás de Italia, con 680,47 toneladas métricas registradas.

Por su parte, los principales importadores de carne de tiburón procedentes de estos tres territorios asiáticos –principales mercados del consumo de aletas de tiburón– son Italia, España y Grecia y los países más exportadores de aletas a estos fueron España, Portugal, Países Bajos, Francia e Italia.

Mientras tanto, el informe añade que las poblaciones de tiburones disminuyen «rápidamente» en todo el mundo, con más de la mitad de especies en peligro o casi en peligro de extinción. Los tiburones pelágicos, los que están en alta mar, han reducido su población más de un 70% en el último medio siglo.

Una de las autoras del informe, la directora de Conservación Marina de IFAW en la UE, Bárbara Slee, ha expuesto que sean grandes, pequeñas, costeras o de alta mar, las especies de tiburones están desapareciendo sin que los esfuerzos puntuales de gestión realizados hasta la fecha consigan detener su declive.

«La UE, que según nuestro informe es un actor clave en los mercados internacionales de tiburones, cuenta con la importante responsabilidad de garantizar la exactitud de los registros comerciales y la promulgación de requisitos de sostenibilidad para el comercio de los tiburones, como la inclusión de todas las especies comerciadas en el Apéndice II de la CITES», ha afirmado.

Por ello, la organización valora que si la UE asume el papel de liderazgo influiría en que otros actores también lo hagan y confía en que esto se traduciría en un futuro mejor y más sostenible para los tiburones.

El director del Programa Marino de Bloom Association y coautor del informe, Stan Shea, denuncia que el declive mundial de los tiburones está impulsado por la demanda internacional de aletas y carne de tiburón, junto con la falta generalizada de gestión tanto de la captura como del comercio de especies de tiburones.

«Aunque muchos atribuyen el peso del cambio a los países consumidores, ubicados principalmente en Asia, son igualmente responsables del declive de las poblaciones de tiburones todos los países con flotas pesqueras que operan a escala internacional y comercian con productos de tiburón», apostilla.

Ahora, IFAW recomienda a la UE que mejore el registro de datos y los registros comerciales revisando los códigos de mercancías del Sistema Armonizado (SA) para los productos de tiburón y normalizar el uso de los códigos con los principales socios comerciales.

Además, pide que se garantice que cualquier especie de tiburón incluida en el comercio internacional de productos de tiburón se incluya en el Apéndice II de la CITES y que se desarrolle una capacidad nacional de seguimiento del comercio a largo plazo mediante el análisis de los datos comerciales.

Otra de las recomendaciones de la organización propone que se de prioridad al uso de los datos comerciales para combatir el comercio ilegal de tiburones y productos de tiburón.