Los investigadores públicos piden que la nueva Ley de Ciencia les reconozca la experiencia

Investigadores del sistema público científico en España piden que la futura Ley de la Ciencia, que el Consejo de Ministros aprobará el próximo martes 15 de febrero, reconozca su experiencia laboral en centros de investigación en el extranjero o en universidades.

El anteproyecto de Ley mantiene el redactado del artículo 25 de la actual normativa, de 2011. Dicho artículo señala que el personal investigador funcionario de los Organismos Públicos de Investigación (OPI) podrá someter a evaluación la actividad realizada únicamente en dichos organismos, es decir, que no podrán someter a evaluación toda aquella experiencia (méritos) obtenida en otros centros, fundaciones, empresas o universidades, tanto en España como en el extranjero.

Esta evaluación a la que han de someterse los investigadores públicos, que se realiza cada cinco años, se denomina quinquenio, y consiste en un complemento retributivo específico que los investigadores obtienen si dicha evaluación resulta favorable.

Este complemento retributivo está estipulado en un Real Decreto de 2019 que regula el régimen retributivo de dicho personal. Así, por cada evaluación favorable de los méritos cada lustro –que pueden ser desde organización de congresos, dirección de tesis, ocupar cargos directivos, conseguir financiación para proyectos, etc.–, los investigadores reciben un plus en su salario en función de la categoría funcionarial que ocupen.

Así, según dicho Real Decreto, que desarrolla la normativa de Ciencia de 2011, los Científicos Titulares recibirían al año 1.533 euros, los Investigadores Científicos 1.712 euros y los Profesores de Investigación un total de 1.892 euros, cantidad que se devengaría mensualmente.

ALEGACIONES AL ANTEPROYECTO

Esta situación ha sido denunciada por la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE) y la Red de Asociaciones de Investigadores y Científicos Españoles en el Exterior (RAICEX), que han presentado alegaciones al anteproyecto de Ley para que se cambie el artículo 25 de la actual normativa. También ha sido denunciada por científicos a título personal que se han visto perjudicados por esta medida contenida en la actual Ley de Ciencia y desarrollada por Real Decreto de 2019.

«Sería necesario que la evaluación de los méritos del personal investigador, definidos en el tercer párrafo del apartado 5 del artículo 25, se realizase para los méritos durante toda la trayectoria investigadora, independientemente del lugar donde la labor investigadora se realizó», propone la COSCE.

Mientras, RAICEX sugiere que se amplíen estas evaluaciones a «Universidades y otros organismos de investigación, nacionales o internacionales» o que directamente se suprima lo referente a los OPI. «En el caso concreto de los investigadores en el extranjero, este punto dificulta enormemente la atracción de talento, además de suponer un agravio comparativo con respecto a los investigadores que han desarrollado su carrera en territorio nacional», consideran desde RAICEX.

HASTA 10.000 EUROS MENOS AL AÑO

«Si pierdes 25 años en quinquenios, vendría a ser unos 1.600 por 5, pero si entras como catedrático, estarías perdiendo unos 10.000 euros al año. Es una parte importante del sueldo», advierte en declaraciones Daniel Castaño-Díez, uno de los investigadores afectados.

Castaño-Díez es físico y Doctor en Matemáticas Aplicadas y Computacionales. Con 47 años, su carrera investigadora se ha desarrollado fundamentalmente en el extranjero, en centros de prestigio como el Instituto Max Planck de Alemania, el Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL), también en Alemania o la Universidad de Basel, en Suiza, donde trabaja actualmente.

A finales de 2020, este científico consiguió una plaza para el Instituto Biofisika (IBF), instituto mixto de investigación entre el CSIC y la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), centro al que se incorporará en abril de este 2022.

«Quería volver a mi tierra, se juntó que yo quería volver con que había una buena infraestructura científica y tecnológica en Bilbao», recuerda el científico sobre los motivos que le llevaron a regresar a España. Sin embargo, cuando se incorpore al IBF, este científico no percibirá el complemento retributivo por los méritos, unos 6.000 euros anuales. Según señala Castaño-Díez, su salario actual en Basel es «2,8 veces mayor» que el que recibirá como funcionario en Bilbao.

«Psicológicamente se hace bastante amargo (…). Para volver, el sueldo es un escollo; hay muchos tipos de escollos para el retorno, pero este tipo de escollo es para la gente más senior porque cuanto más senior seas, más vas a perder», relata el investigador, que cree que unos 400 investigadores podrían estar afectados.

Un caso similar es el de Hugo Gutiérrez de Terán, farmacéutico y Doctor en modelización molecular y diseño computacional de medicamentos, que está pendiente de incorporarse como Científico Titular al Instituto de Química Avanzada de Cataluña (IQAC), del CSIC, con 45 años.

Su estancia postdoctoral se desarrolló en la Universidad de Uppsala (Suecia), luego volvió a España, a la Universidad de Santiago de Compostela (USC), donde estuvo cinco años, y más tarde trabajó en el Scripps Institute de California. En 2013, regresó a Uppsala, donde actualmente es profesor titular de Bioquímica computacional.

«Mi trayectoria científica, de acuerdo con el sistema de evaluación publicado en Real Decreto, constaría de cuatro quinquenios evaluables, ya que llevo en activo desde 2000 como investigador participando en proyectos de investigación, así como otras tareas docentes, investigadoras y de transferencia», explica el investigador. Sin embargo, dice, su trayectoria profesional se ha desarrollado en Universidades y centros de investigación tanto en España (10 años) como en el extranjero (12 años), por lo que no puede computarlos, según la normativa.

Entre el sueldo base, los trienios (años de servicio en entidades públicas) y los sexenios (por publicaciones en revistas de impacto), este científico estima que su sueldo «disminuirá más de un tercio» si se compara con la retribución que tenía como profesor en Uppsala. A ello se suma que no podrá recibir los más de 6.000 euros que le corresponderían si pudiese someter a evaluación cuatro quinquenios.

«Tras una década en Uppsala, decido intentar la vuelta a España a través de una plaza del CSIC que se abre con un perfil científico ajustado a mis intereses y en un Instituto que considero competitivo y un buen lugar para desarrollar mi actividad investigadora», justifica su vuelta el investigador, que menciona como un motivo más el «arraigo personal».

Este científico admite que conocía que el sueldo que recibiría en España sería menor, si bien en ese momento no sabía que no se le computarían los quinquenios acumulados, que en su caso llegaría a «una octava parte del sueldo».

Tanto Castaño-Díez como Gutiérrez de Terán aseguran que el CSIC, el OPI más importante que hay en España, no empezó a aplicar la normativa hasta 2019, ya que fue ese año en el que salió publicado el Real Decreto. Antes de ese año, se concedían quinquenios por méritos en OPI y otros centros y universidades, según ambos investigadores.

Fuentes del CSIC apuntan que el organismo sigue la normativa que rige para todos los OPI y el Ministerio de Ciencia e Innovación ya ha asegurado que estudia mejorar la redacción del artículo 25 de la Ley.