La Comisión Europea ha instado este viernes a Estados Unidos a cumplir el fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre la aceituna negra y retirar los aranceles que desde 2018 la administración Trump impuso a las importaciones de este producto de origen español.
«Estamos pendientes y esperamos que Estados Unidos de los pasos oportunos para cumplir con las recomendaciones del panel y que termine con esta discusión que está causando aflicción en nuestras relaciones comerciales», ha señalado la portavoz de la Comisión Europea para Comercio y Agricultura, Miriam García, ante los medios.
García manifestó la satisfacción del Ejecutivo comunitario por que Estados Unidos, bajo la administración de Joe Biden, haya aceptado el último fallo de la OMC y ha apuntado que la Comisión Europea estará pendiente del desarrollo de los acontecimientos.
La OMC dio la razón, en su sentencia del pasado noviembre, a los productores de aceituna negra españoles y dictaminó que los aranceles del 25% que aplica Estados Unidos a la exportación de este producto al mercado norteamericano desde 2018, impuestos por la administración de Donald Trump, incumplen las normas de la institución multilateral.
Esta semana, la Comisión Europea descartó que los productores de aceituna negra vayan a recibir compensaciones por las pérdidas derivadas de los aranceles aplicados por Estados en los últimos tres años, ya que las normas de la OMC no se aplican retroactivamente, según apuntó un representante del Ejecutivo comunitario en un debate con eurodiputados de la comisión de agricultura del Parlamento Europeo. «Es una ataque a la estructura de la Política Agraria Común (PAC)», agregó.
Estados Unidos impuso este arancel a la venta de aceituna negra argumentado su posición de dominio en el mercado que restringía el negocio de algunos productores nacionales. El Ejecutivo comunitario defendió que las ayudas a los productores españoles de aceituna negra de mesa forman parte de las ayudas desacopladas de la Política Agrícola Común (PAC), permitidas por la OMC por no mantener interrelación alguna con la producción.
En este marco, el fallo de la OMC consideró que Estados Unidos no determinó «correctamente si las subvenciones iban dirigidas a los productores de aceitunas» y consideró «incorrecto» el cálculo de la tasa de subvención para una de las empresas españolas afectadas, después de que Bruselas recurriera la decisión de la administración estadounidense ante el organismo con sede en Ginebra.