Frío o calor: esto es lo que debes aplicar cuando tienes una contractura

¿Frío o calor ante la contractura muscular? Es la pregunta común cuando alguien ha realizado un sobreesfuerzo, una rutina de ejercicios, ha sufrido una caída o se ha lesionado una articulación. En la mayoría de los casos estas lesiones se tratan de aliviar con frío o calor. 

Ahora bien ¿Es correcto colocar frío o calor?  ¿Cual es la mejor opción?, este artículo aborda la mejor manera de cómo estas terapias de frío y calor pueden ayudarte.

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Qué puede causar una contractura

Deporte

Básicamente, las contracturas se producen cuando el músculo realiza una actividad sin estar condicionado o con una intensidad inapropiada. También suelen aparecer cuando realizamos una actividad de esfuerzo sostenido por mucho tiempo.

Las principales causas que producen contracturas son:

  • Sobreesfuerzo: Cuando realizas una actividad donde sobre exiges las capacidades del músculo o por la ejecución de ejercicios de repetición por mucho tiempo.
  • Falta de acondicionamiento del músculo: Cuando se realizan actividades de cierta intensidad sin haberlo condicionado mediante ejercicios de estiramiento y calentamiento previos a la actividad
  • Estrés emocional: Personas con síntomas de estrés emocional pueden generar fuertes tensiones en músculos grandes. En raras ocasiones pueden producir las llamadas fracturas por estrés, en las que el hueso se rompe por la tensión ejercida por los músculos.
  • Deshidratación: Ante un cuadro de deshidratación, puede surgir una contractura, ya que, para que el músculo funcione de manera correcta requiere de mucha agua. Si este tipo de causa no se detecta a tiempo, puede ocasionar daños graves al músculo.