Coceta lamenta que el Plan de Acción de Economía Social carezca de medidas a largo plazo

La Confederación Española de Cooperativas de Trabajo Asociado (Coceta) ha celebrado que haya salido adelante el Plan de Acción de Economía Social, lanzado públicamente por la Comisión Europea, pero ha lamentado que este plan «carezca de ambición en cuanto a la concreción de medidas a largo plazo», pues solo plantea iniciativas hasta 2023.

Así pues, desde Coceta han celebrado el reconocimiento de todos los sectores que conforman la economía social y todo tipo de cooperativas. «Las cooperativas de trabajo somos primordiales en la economía social y el hecho de que se haya redefinido de forma más inclusiva en este nuevo Plan debería conllevar actuaciones más coherentes con sus necesidades, así lo esperamos», ha subrayado el presidente de Coceta, Luis Miguel Jurado.

Además, se han felicitado por el reconocimiento al papel de las cooperativas en el sector de los cuidados, tan vitales en esta pandemia, frente a otro tipo de empresas, y que se contemple la apuesta por las transformaciones y/o recuperaciones de empresas por parte de los trabajadores.

Asimismo, Jurado ha destacado las iniciativas dirigidas a adaptar específicamente a la economía social los sistemas fiscales, de contratación pública y de ayudas; el impulso al emprendimiento en zonas rurales a través de empresas de economía social y las políticas de empleo para jóvenes, ya que ese es también uno de les ejes de actuación que queremos potenciar aún más desde el cooperativismo.

«Vamos a seguir trabajando para que el Plan cumpla sus objetivos», ha recordado Jurado, quien ha insistido en la importancia de que «cada Estado miembro asuma el Plan como propio y lo adapte a sus circunstancias particulares».

HORIZONTE: 15% DEL PIB

El plan, tal y como han recordado desde Coceta, nace con el afán de «construir una economía que funcione para las personas» y pretende impulsar y propiciar la proliferación y el protagonismo de empresas de la economía social, afrontando la recuperación post Covid19 desde la perspectiva de los principales retos y desafíos globales: la reducción de las desigualdades, la transición energética verde e inclusiva, la digitalización o la reindustrialización sostenible.

El principal objetivo del plan es que la economía social llegue al suponer el 15% del PIB comunitario, que en la actualidad se sitúa en el 6%.