UGT Castilla y León convoca una concentración por el «maltrato» a los trabajadores en residencias

UGT ha convocado una concentración el día 13 de diciembre por el «maltrato» al que asegura que se somete a los trabajadores en residencias y Centros de Atención a Personas con Discapacidad (CAMP) de la Gerencia de Servicios Sociales, con plantillas obsoletas, de hace 20 años para necesidades que han cambiado, sobrecarga de trabajo por falta de sustituciones y una situación «insostenible» ante los que los trabajadores han dicho «basta».

Así lo han asegurado los secretarios general y de Acción Sindical de UGT Servicios Públicos de Castilla y León, Tomás Pérez Urueña y Carlos Arenas Vázquez, respectivamente, quienes han incidido en que el día 13 se convoca esta concentración ante la Gerencia de Servicios Sociales como primera de otras movilizaciones que plantean ante los centros de trabajo, aunque dependerá de la evolución de la pandemia, ya que no quieren «exponer» a los empleados a mayores riesgos.

Los responsables sindicales han explicado que estas plantillas están integradas por alrededor de 2.356 personas que asisten a unos 2.330 usuarios, el 70 por ciento de las plazas disponibles y que están repartidas entre 20 centros, entre residencias y CAMP.

Así, y pese a que la Gerencia afirma que los usuarios están bien atendidos y que los puestos están casi ocupados en su totalidad, Carlos Arenas ha afirmado que esto «no es cierto» porque las relaciones de puestos de trabajo (RPT) hace 20 años que no se revisan y están pensadas para un modelo «obsoleto».

En esta línea, ha incidido en que también el perfil de los usuarios ha cambiado y se ha pasado de personas válidas a una mayoría de personas asistidas, con necesidades como aseo diario, darles de comer, sacarles de paseo o llevarles al médicos, pero además antes tenían fundamentalmente más de 70 años y ahora hay un gran número de personas de entre 50 y 60 años.

Esta situación provoca carencias que suponen la generación permanente de necesidades de servicio porque hay gran número de incapacidades temporales, hay que cubrir vacaciones, permisos, licencias, etcétera, que se traduce en modificaciones constantes en los turnos de trabajo, denegación de permisos, una sobrecarga «brutal» de trabajo, etcétera, ante la que los trabajadores han dicho «basta» después de mucho sufriendo estas circunstancias.

FALTA DE SUSTITUCIONES

A esto se suma, ha agregado Carlos Arenas, la lentitud con la que se realizan los procesos de contratación del personal de las diferentes bolsas de trabajo, la consecuencia última es la denegación continua de permisos y licencias a las que los trabajadores tienen derecho.

Como ejemplo de estas situaciones anómalas, Tomás Pérez y Carlos Arenas han señalado algunas de las que se han dado en la Residencia Asistida de Segovia, donde se ha dado la circunstancia de un auxiliar de enfermería que ha llegado a su puesto de trabajo y se ha encontrado solo en su turno, cuando deberían estar cuatro, lo que supuso que un único auxiliar atendiera a 38 usuarios, aunque la situación se corrigió en tres o cuatro horas, cuando «no es lo habitual».

Además, desde marzo hay una vacante de personal de Servicios que, a fecha del 7 de diciembre, sigue sin cubrirse; cinco trabajadores de baja, de los que se ha informado que dos puestos quedarían cubiertos desde este viernes; doce auxiliares de enfermería y dos enfermeras también de baja.

El responsable sindical ha agregado que la Gerencia dice que hay muy pocas vacantes entre estos trabajadores, pero no señala que el 62 por ciento son contratos temporales y no están ocupados por su titular.

Arenas ha manifestado que lo que ocurre es que todo es «cuestión de dinero y desde Gerencia de Servicios Sociales piensan en no gastar ni un céntimo más para mejorar las condiciones de las residencias de mayores en Castilla y León» y, ante esta situación «insostenible», se ha decidido convocar movilizaciones.

En este contexto, ha recordado que casi 1.000 trabajadores recurrieron al Procurador del Común después de que durante pandemia la Junta estableciese las 35 horas para los empleados de Administración General excepto para ellos y fue el propio defensor del pueblo castellanoleonés el que manifestó que no lo entendía y requería una negociación.

CAMBIO EN LA ATENCIÓN

Por su parte, el secretario general de UGT-SP CyL, Tomás Pérez, ha incidido en que plantillas están diseñadas para las necesidades de hace 20 años y «hoy en día ni los cuidados que requieren los usuarios ni sus necesidades son las mismas», más aún cuando se tiene proyectado el cambio hacia el modelo ‘En mi casa’, que cambiará la relación entre usuarios y trabajadores, con más atención y acompañamiento.

Así, el sindicato calcula que se necesitarán un 20 por ciento más de trabajadores (unas 450 plazas) y una actualización de las «anquilosadas» relaciones de puestos de trabajo.

Pérez Urueña ha señalado que la responsabilidad depende, más que de las consejeras, de las direcciones generales y secretarías generales «y no se está trabajando bien desde ellas, por lo que el presiente Mañueco podría cesarlos».

En cuanto a las quejas de los usuarios, los responsables del sindicato han asegurado que se producen «muchas» pero sólo de forma verbal, se culpabiliza a los trabajadores, y no llegan a plasmarse por escrito por parte de las familias de los usuarios.

Además, Tomás Pérez ha criticado que la Gerencia «juegue» con la dependencia psicológica que tienen los trabajadores que cuidan a personas y se argumente que si no les cambian el día de descanso los usuarios estarán solos y necesitarán atención, por ejemplo, y ha recordado uno de los carteles visto en Segovia en el que se dice: «la vocación no justifica la explotación».