Venecia: 1600 años de viaje submarino

El pasado 25 de marzo cumplió 1.600 años. La ciudad emerge sobre el agua gracias a hombres intrépidos que, en vez de las piernas, utilizaban pequeños barcos para moverse. Huyendo de los invasores bárbaros, los antiguos venecianos se alejaron de la tierra firme y se refugiaron en medio de una laguna. El primer asentamiento nació en una isla ligeramente más alta que las demás: Rivus Altus (de ahí el nombre de Rialto). Según las antiguas crónicas, aquello ocurrió el 25 de marzo del año 421. En plena Edad Media, aquellos hombres proyectaron las bases de su libertad y construyeron una extraordinaria ciudad sobre una laguna conectada con el mar Adriático. Fue así como utilizaron primero madera y caña; posteriormente, ya enriquecidos con el comercio de la sal, comenzaron a edificar iglesias y palacios decorados con los mármoles más ricos del planeta. La república-Estado veneciana había implementado un sistema de gobierno eficiente a prueba de corrupción. Anteponía por encima de todo el bienestar de sus habitantes y el equilibrio de la laguna. Pero Napoleón hizo trizas el mito de la Serenísima República. Sin embargo, Venecia resistió a la dominación austriaca y a dos guerras mundiales, y sobrevivió a pestes, terremotos, inundaciones e incendios.

La Serenissima, como se conoce a Venecia, es todo menos serena. El mundo entero irrumpe en la ciudad con una guía turística en la mano, y lo venecianos se tienen que esconder. El turismo es una razón muy potente del éxodo acelerado.

Por otro lado, el coste de mantener Venecia. No hay suficientes fondos públicos para cubrirlo todo: la limpieza de los canales, la rehabilitación de los edificios, la elevación de los cimientos… Todo es muy caro. Incluso el coste de la vida, vivir aquí cuesta tres veces más que en cualquier lugar cercano. Sólo se lo pueden permitir los ricos o las personas mayores que ya son propietarias de fincas porque las han heredado.

Venecia lleva siendo la historia de una muerte anunciada tantas veces que casi parece obligado. Una de las grandes ciudades de la humanidad. Una ciudad que vive pendiente de los elementos, bajo una permanente amenaza de ser comida por el mar.

Los peores augurios se ciernen sobre Venecia. Se sabe que la ciudad de los canales tiende a desaparecer, porque el nivel del mar se está elevando y al mismo tiempo el suelo se hunde. El problema es que lo está haciendo más deprisa de lo previsto. Nuevas mediciones indican que el centro histórico continúa sumergiéndose de forma lenta, pero más rápidamente de lo que se creía, y se está también inclinando ligeramente hacia el este. Hasta ahora se creía que la entidad del hundimiento era contenida, pero no es así. Al menos en el último decenio.

Venecia: 1600 Años De Viaje Submarino

Venecia se hunde dos milímetros al año. Es un pequeño efecto, pero importante, porque el leve hundimiento del suelo, asociado al aumento del nivel del mar, duplica el nivel al que el agua se eleva con respecto a la ciudad.

En los próximos 20 años, si Venecia y sus alrededores continúan hundiéndose al ritmo actual, los investigadores esperan un nivel del mar ocho centímetros más alto que el actual. Hasta ahora, los datos que se manejaban indicaban que Venecia, sólo por lo que se refiere al hundimiento del suelo, se sumergía en las aguas a razón de una media de cuatro centímetros por siglo. El nuevo estudio indica que serán cuatro centímetros cada 20 años, un dato que se duplica al asociarse al aumento del nivel del mar, causado por el calentamiento global.

Algunos pronósticos son aún más pesimistas. En un informe de Naciones Unidas, aireado por la organización ecologista internacional Greenpeace, se subraya que Venecia corre el riesgo de acabar bajo las aguas en los próximos 60 años, a causa de los cambios climáticos.

Tardará más o menos, pero no hay duda de que un día la ciudad romántica por excelencia quedará sumergida bajo las aguas. Dicen los geólogos que las lagunas son efímeras, que su existencia es corta en la historia geológica del planeta y que en unos miles de años desaparecen. Así que llegará el día en que Venecia, la ciudad lagunar, sus canales y sus góndolas serán solo imágenes de ensueño y para el recuerdo. Mientras tanto, Venecia, capital del amor, seguirá siendo una ciudad para gozar y para amar.

Venecia: 1600 Años De Viaje Submarino

En 2019, por ejemplo, la capital del Véneto vivió la peor sucesión de mareas desde 1872, cuando los venecianos empezaron a registrar sistemáticamente la altura de la marea; y, aunque no llegaron a superar la altura de 194 centímetros de la de 1966, que sumergió al 8% de la ciudad en el agua y causó daños muy por encima de los 1.000 millones de euros.

Pero Venecia busca soluciones, y la mayor de ellas era el “MOSE” ,78 compuertas de acero, una gran obra de ingeniería que ha funcionado a la perfección.

Venecia: 1600 Años De Viaje Submarino

La Laguna de Venecia se conecta con el mar Adriático por tres zonas (Lido, Malamocco y Chiggia), cuando hace más de una década los ingenieros empezaron a pensar en crear un sistema que les permitiera aislar la laguna y contener las mareas diseñaron un sistema, el Módulo Sperimentale Elettromeccanico (MOSE), que con 78 esclusas móviles de 300 toneladas y 60 metros de longitud cada una pudieran levantarse del fondo del mar y cerrar la laguna ante la amenaza de marea alta.

Las compuertas permanecerían sumergidas todo el tiempo y solo emergerían a la superficie cuando el sistema las llenara de aire para crear el dique de contención. De esa manera, resolvían uno de los retos más complejos del proyecto: garantizar que la conexión entre la laguna y el mar fuera lo más «normal» posible.

Romper de forma permanente las corrientes submarinas que garantizan la supervivencia del delicado ecosistema marítimo de la laguna podía tener consecuencias importantes también para la ciudad, por lo que se necesitaba algo mínimamente invasivo.

Las pruebas salieron bien y es la gran esperanza de Venecia. Venecia es la eternidad misma.

Decía Nietzsche “Cien profundas soledades forman juntas la ciudad de Venecia, ésa es su magia. Una imagen para los hombres del futuro ”. Ojalá que Venecia tenga ese futuro.