La vendimia comienza en Madrid con la uva albillo real

La vendimia ha comenzado en la Comunidad de Madrid este mes de agosto en la zona de San Martín de Valdeiglesias, Caldalso de los Vidrios, Cenicientos y Navalcarnero, donde se está recogiendo ya la uva autóctona madrileña más tempranera, la albillo real.

En esta zona del suroeste de la región se espera alrededor de un 20% más de uva recolectada que la temporada pasada porque la primavera fue muy lluviosa y el temporal Filomena no dañó al viñedo, algo que sí hizo con el olivar, y su deshielo llenó los acuíferos subterráneos. Ahora, tras unos meses de verano muy calurosos este tipo de uva está en su punto óptimo de maduración.

Durante la segunda quincena de ese mes se continuará la cosecha con variedades como Moscatel de Grano Menudo, Sauvignon Blanc, Syrah y Merlot. Los primeros días de septiembre comenzará la vendimia de Tempranillo, seguida de cerca por Garnacha Tinta.

En cuanto a las variedades blancas mayoritarias, Malvar y Airén, la recogida se iniciará a finales de septiembre. La gran mayoría de las bodegas terminará la vendimia en la tercera semana de octubre, aunque la último partida de Garnacha Tinta entró el año pasado el 27 de octubre.

La temporada de vendimia acaba normalmente en las comarcas de El Molar y Arganda del Rey, con las uvas de maduración más tardías. Precisamente, esta zona sureste de la rivera del Tajuña sufrió fuertes heladas en los pasados meses marzo y abril, lo que dañó el crecimiento de las uvas, por lo que se desconoce el rendimiento de esa zona.

Por tanto, ante la climatología irregular en la región desde la Denominación de Origen (D.O.) de Madrid no quieren dar todavía una cifra estimada o aproximada de la vendimia de este año. No obstante, todos esperan superar los 10,5 millones de uva recogidas el año pasado, una cifra ya de por sí buena. SIN PROBLEMAS DE PERSONAL

El presidente del Consejo Regulador de la D.O. de Madrid, Antonio Reguilón, ha indicado que, de momento, no tienen problemas de personal para llevar a cabo las labores de vendimia. Ni lo tuvieron el año pasado cuando existían más trabas de movimiento y restricciones por la pandemia. Lo que sí notan los agricultores es que cada año se adelanta un poco la recolección, debido a las fuertes olas de calor, que hacen madurar más rápido la uva, sobre todo por la noche.

La vendimia madrileña se realiza generalmente de forma artesanal, con cajas que se depositan en grandes remolques. Se comienza a la salida del sol y se termina en el ocaso, respetando el racimo y la calidad de la uva.

Reguilón pide a las administraciones que den importancia al viñedo en la región, ya que es un fruto autóctono del clima seco de la Meseta peninsular, que necesita poca agua y que hace de buen cortafuegos en caso de un incendio, evitando la propagación de las llamas. «En Madrid se están quitando cepas, pero poco a poco vemos un resurgimiento de la vid, porque hoy en día los trámites para nuevas plantaciones no son tan complicados», ha señalado.

Asimismo, el presidente del Consejo Regulador pide los madrileños que le den importancia que se merece y consuman el vino de su Denominación de Origen, ya que cada años sus caldos recogen cada vez más premios a la calidad tanto nacionales como internacionales.