El motivo por el que te pones de mala leche cuando tienes hambre

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Te ocurre que estás de mal humor y no comprendes por qué razón estás así y muchas de esas veces coincide con el hecho de que tienes hambre, te vuelves un ogro y andas insoportable. Y cuando comes vuelves a ser tú.

Entonces te preguntas ¿hay relación alguna entre tener hambre y andar de mal humor? o ¿por qué estoy de mal humor si no he comido aún? O peor aún, estás a dieta y tienes esa sensación de hambre. Te invitamos a que continúes leyendo y te enteres la razón por la cual sucede esto y probablemente te sorprenderá conocerla. Y evitaras que en próximas ocasiones esto se repita.

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¿Cómo llaman a esa ‘mala leche’ los angloparlantes?

Se trata de la palabra hangry, una combinación de hungry + angry, para referirse al hecho de estar de mal humor provocado por el hambre. Y todo esto se debe a la glucosa o el azúcar en sangre. Algo tan sencillo pero que afecta en gran manera hasta nuestro estado de ánimo y por lo tanto nuestro comportamiento.

El nivel de glucosa indica que tan alimentados estamos, si este nivel de glucosa se baja, en consecuencia nos va a entra el hambre y por ello tenemos que comer para volver a subirlo. Porque si no lo hacemos, el cerebro libera unas hormonas para combatir, por así decirlo, esta falta de azúcar.

Y esas hormonas son conocidas como las hormonas del estrés, se hacen presente en nuestro organismo en situaciones que el mismo cuerpo considera peligrosas; generando el mal humor que sufrimos cuando hay hambre, esto es por varias razones muy peligroso, te mencionaremos, tener nivel bajo de glucosa afecta al cerebro y puede que este no funcione correctamente.

A veces cuando trabajamos o estudiamos en exceso, sin consumir alimento alguno nos sentimos cansados y reaccionamos de manera irritante, por la baja de glucosa en sangre, lo cual bajo todo concepto debemos evitar porque esta combinación no es la adecuada para nuestro organismo. Debemos siempre comer las cantidades suficientes de nutrientes para sentirnos saciados, y tener cuidado, porque hay diferencias entre tener hambre y caer en el pecado de la gula.