El exmagistrado del Tribunal Constitucional Manuel Aragón ha acusado este miércoles al PSOE y al PP de «pervertir el espíritu constitucional» al querer repartirse los miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en lugar de llegar a un consenso sobre todos ellos, una actitud que además, según ha denunciado, traslada a la opinión pública una apariencia de imparcialidad de las personas elegidas que no suele corresponderse con la realidad.
Así lo ha señalado Aragón durante su comparecencia ante la Comisión de Calidad Democrática del Congreso, donde ha acudido a plantear propuestas para mejorar la independencia de los órganos reguladores.
Aragón, que llegó al TC a propuesta del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, ha hecho hincapié en que, cuando la ley exige una determinada mayoría para la elección de un órgano –él es partidario de mantener los tres quintos (210 votos)–, los partidos no pueden limitarse a repartirse los puestos, sino que han de llegar a un acuerdo mediante el que todos los elegidos obtengan la confianza de todos los que los eligen, para lo que hay que aplicar un método de «vetos mutuos».
Eso es lo que, a su juicio ocurrió cuando se designó a los primeros miembros del Tribunal Constitucional, pero dista mucho de lo que ocurre ahora cuando, a su juicio, lo que se pretende es un mero reparto de puestos.
«ME SOBREPASA EL ASUNTO»
«Eso es una perversión del espíritu constitucional sin duda alguna. Así de claro lo digo ya que se me da la oportunidad», ha dicho, visiblemente irritado en el Congreso. «Siento ponerme así pero me sobrepasa el asunto», ha confesado.
Ese «reparto puro y simple de cuotas» es, desde su punto de vista, lo que crea «apariencia de politización», aunque no implica que quienes vayan a llegar al puesto «vayan a obedecer instrucciones». «Yo no he recibido nunca instrucciones de nadie, nadie se atrevió a dármelas y si me las hubieran dado yo hubiera respondido de la peor manera», ha advertido.
Según ha relatado, el conoce muchas personas que han ocupado este tipo de puestos y que han actuado con total independencia por su prestigio personal y su honorabilidad.
APARIENCIA DE IMPARCIALIDAD
«Lo que me preocupa y lo que hay que combatir es la imagen, la apariencia de imparcialidad», ha dicho, subrayando que se pueden utilizar medidas del Derecho para «forzar consensos» pero que bastaría con actuar con «lealtad al espíritu constitucional».
También el magistrado Manuel Ruiz de Lara, portavoz de la Plataforma por la Independencia Judicial, ha criticado el actual sistema de elección de vocales del CGPJ pues considera que es «una farsa política» en la que los principales líderes se «reparten los cargos» en un «intercambio de cromos», sin que los candidatos jueces sean siquiera examinados en las Cortes.
Ruiz de Lara, que defiende el sistema original del CGPJ de que los doce vocales de extracción judicial sean elegidos directamente por los jueces, cree que sólo caben dos alternativas al bloqueo actual: o cambiar la ley vigente o bien que los partidos que mantienen «la farsa» se comprometan a nombrar sólo a aquellos vocales de extracción judicial (doce de los 10 del Consejo) que sean elegidos previamente por los jueces en unas elecciones libres y democráticas.