Cantabria ha registrado este miércoles 206 casos nuevos de coronavirus, el segundo mayor número de positivos diarios de la segunda ola, y ha sumado cuatro fallecidos, dos mujeres de 85 y 96 años y dos hombres de 70 y 83 años.
Con ellos el total de víctimas desde que comenzó la pandemia en la región se eleva a 424, duplicando el número de muertes de la primera ola, que fueron 212.
Además, la región lleva dos días seguidos superando los dos centenares de casos diarios y es posible que vuelva a suceder con los datos recogidos al cierre de este jueves, puesto que en lo que va de día se han contabilizado ya 113. Asimismo, ya se ha producido un nuevo fallecimiento.
No obstante, los hospitalizados han bajado de 184 a 182, lo que sitúa la ocupación hospitalaria en el 12,4%, dos décimas menos que el miércoles.
Además, hay un ingresado menos en la UCI y a día de hoy son 25 con lo que la ocupación de Cuidados Intensivos baja nueve décimas y se sitúa en el 22%.
De esta manera, los casos activos en la región crecen hasta los 2.545 –26 más que el día anterior–, de los que 182 están hospitalizados (132 en Valdecilla, 33 en Sierrallana, 14 en Laredo y 3 en Tres Mares) y los otros 2.363 en cuarentena domiciliaria.
La incidencia acumulada a 14 días sube a 370 casos por cada 100.000 habitantes –el día anterior era de 359–, mientras que a 7 días repunta a 193 (frente a los 188 del día anterior). También crece levemente el porcentaje de positividad, que se sitúa en el 9,7%, cinco décimas más que a cierre del martes.
Por su parte, los acumulados positivos en la región desde el inicio de la pandemia ascienden a 22.039 (de los que 20.857 se han detecado mediante PCR y 1.182 a través de test detección anticuerpos).
Por último, la cifra de curados sube a 19.070, el 87 por ciento de los infectados, y el total de test realizados es de 388.997, lo que supone 66.919 por 100.000 habitantes.
Con estos datos, el vicepresidente de Cantabria, Pablo Zuloaga, ha indicado que la comunidad se encuentra en el nivel de alerta 3 pero «de forma coyuntural», porque está «en el umbral» del nivel 4 y su paso a él depende de pequeñas variaciones en la ocupación UCI.
«LEJOS DE LA MEDIA NACIONAL»
Así lo ha dicho este jueves en una rueda de prensa en la que ha informado de la situación de la pandemia en la región, que por su incidencia acumulada se encuentra «lejos de la media nacional» – situada por encima de los 700 casos por cada 100.000 habitantes-, aunque ese dato «no debe ser ningún consuelo», ha dicho.
Y es que Cantabria está sufriendo un «crecimiento paulatino», «lento pero constante», que hace a la comunidad trabajar con el objetivo de bajar la incidencia -ha subido en una semana de 311 a 370 casos-, pero con la vista puesta en un escenario peor, en el que se adoptarían las medidas anunciadas ayer por Sanidad.
En concreto, si la incidencia acumulada a 14 días supera los 500 casos y la ocupación UCI rebasa el 40%, se implantarían limitaciones en el número de personas en las reuniones, restricciones en hostelería y comercio y el cierre perimetral de algunos municipios de más de 5.000 habitantes.
En este sentido, a preguntas de la prensa sobre el aumento de contagios en Laredo, Zuloaga ha reconocido que «la situación preocupa» y que se está en «comunicación continua y exhaustiva» con el municipio. «Lo que es medible, no es discutible», ha lamentado en referencia a los datos.
Y en cuanto a las cifras de Cantabria, el vicepresidente ha destacado que establecerse en el umbral de 200 contagiados diarios supone, por estadística, que diez terminarán ingresados, dos pasarán a la UCI y uno fallecerá.
«Son datos terribles», ha sentenciado, haciendo un nuevo llamamiento a la responsabilidad y a limitar los contactos sociales para reducir los contagios, «pensando en las personas que luchan por su vida en las UCIS y sobre todo en los profesionales» de los hospitales -entre los que hay 35 casos activos-, que «dan su vida».
Y ha insistido en que los equipos de enfermería «viven un confinamiento histórico» desde el mes de marzo, «sin relacionarse con nadie ante el temor de seguir propagando la enfermedad». Asimismo, ha lamentado que la presión en los hospitales también puede afectar otras patologías que requieren atención sanitaria.
TOQUE DE QUEDA
Por último, preguntado por la opinión de Cantabria después de que el Gobierno central rechazara este miércoles adelantar el toque de queda en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Sanidad, ha respondido que es una medida que «no han tenido que valorar» porque «no se puede llevar a cabo» tras la decisión del Ministerio de Sanidad.
«A día de hoy no está dentro de la legalidad», ha insistido, sin aclarar si la comunidad era partidaria de adelantar el horario de la restricción de la movilidad nocturna -aunque el presidente y el consejero de Sanidad, Miguel Ángel Revilla y Miguel Rodríguez, habían defendido esta opción-, y respondiendo únicamente que «todas las medidas que limitan la movilidad de las personas son adecuadas para reducir los contagios, la presión hospitalaria y la presencia de personas en las UCI».
También ha dicho que Cantabria acata las decisiones del Ejecutivo central pero «también es propositiva» y gracias a ello y a las restricciones que ha mantenido «a pesar de ciertas presiones», está «a la cola» en el escenario nacional y es la tercera comunidad con menos incidencia.