La isla de las tentaciones 3: los trapos sucios de las parejas de la nueva temporada

-

La isla de las tentaciones no es nada sin trapos sucios. Los reality shows, en general, tienen que partir siempre de un conflicto latente. Ha de haber un asunto por resolver, una cicatriz del pasado que aún no se ha cerrado o un reproche reprimido que en cualquir momento puede salir a la luz. De lo contrario, ¿cuál sería su interés para los millones de espectadores ávidos de morbo que se cuelgan día sí y día también de la pantalla de la televisión? En Telecinco ya andan preparando una tercera entrega de La isla de las tentaciones y las parejas, por supuesto, no han sido seleccionadas al azar.

Y es que este programa ha sido uno de los grandes aciertos de Mediaset en los últimos años. Desde su primera entrega ha suscitado un gran interés del público y unos datos de audiencia más que considerables. Lo que toca en estos casos es exprimir a la gallina de los huevos de oro hasta dejarla seca. Más aún cuando formatos como Gran Hermano o Mujeres y Hombres y Viceversa empiezan a dar claros signos de agotamiento. La isla de las tentaciones funciona a las mil maravillas a base de flirteos, escándalo, peleas y mucho drama. Estas son las parejas de la tecera edición de La isla de las tentaciones y los trapos sucios que esconden en la trastienda.

3
Raúl y Claudia no tienen una relación abierta

la-isla-de-las-tentaciones

En un principio lo de Raúl y Claudia empezó como una relación abierta. Ya saben: estamos juntos para cada uno puede enrrollarse con otros, estar disponible cuando mejor la parezca y todas esas cosas que ahora están de moda. Pero con el paso del tiempo, y a medida que la relación se afianzaba, Claudia empezó a cansarse de esta dinámica. Se plantó y le propuso a su pareja Raúl cerrar la relación y centrarse el uno en el otro. En un principio a él no le hizo mucha gracia la idea, pues le gustaba la relacióin abierta, pero acabó cediendo. 

Pero cedió, todo hay que decirlo, porque sino se daba cuenta de que iba a perder a Claudia para siempre, y él estaba enamorado de ella. La cosa funcionó y son una pareja feliz, aunque también tienen lo suyo. Claudia no olvida las dudas de Raúl y lo que le gustaba a él la relación abierta, lo que la hace sospechar de su fidelidad. A él, por el contrario, le agotan las inseguridades de Claudia y sus persistentes sospechas. En la isla se pondrán a prueba el uno al otro y verán si son capaces de consolidar su relación.