Expertos alertan que el TDHA en adultos es «invisible a los ojos del sistema»

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en adultos «aún sigue siendo invisible a los ojos del sistema», a pesar de que su prevalencia es del 3,4% en este sector de la población, han señalado expertos durante 18ª Jornada sobre Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad, ‘Aislamiento, adicciones y TDAH’.

«El impacto es brutal pues nos encontramos con un adulto con dificultades para gestionar sus propias emociones, empezar y terminar tareas y gestionar el tiempo. Los adultos con TDAH suelen ser personas que han vivido desde muy pequeñas la experiencia del rechazo y de sentirse diferente y esto los ha llevado a desarrollar rasgos, trastornos de personalidad que afectan a su relación social y a su autoestima, lo que condiciona la forma de afrontar su vida», ha explicado la doctora Juncal Sevilla Vicente, psiquiatra en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.

En esta línea, Fátima Guzmán Tordesillas, directora y fundadora de la Fundación Educación Activa, ha insistido en la importancia de llegar a un diagnóstico diferencial en el adulto que permita iniciar el tratamiento cuanto antes y evitar una mala evolución del trastorno.

«Los pacientes TDAH adultos encuentran muchos problemas para que les diagnostiquen adecuadamente. Se sabe que existen otros trastornos, como el ataque de pánico, los trastornos de ansiedad, la depresión o el trastorno bipolar, que interfieren a veces con la atención y, por tanto, dan lugar a la inatención, que es un síntoma no-específico de la psicopatología, y no necesariamente un índice particular del TDAH en adultos».

En algunos casos, ha continuado, «estos adultos son medicados para todas estas patologías durante años sin haber llegado nunca a solucionar sus problemas. Sin embargo, cuando visitan a un psiquiatra especialista en TDAH y les administran un tratamiento teniendo en cuenta este trastorno, les cambia la vida».

IDENTIFICAR Y ABORDAR EL TRASTORNO

De la misma opinión es la doctora Sevilla, quien insiste en que el diagnóstico y tratamiento temprano son la clave del éxito en los pacientes con TDAH pues condiciona la evolución de la persona. Para ello, según indica, es esencial insistir en la formación de los psiquiatras infantiles y de adultos para que sepan identificar y abordar el trastorno, además de las comorbilidades asociadas al mismo. «Estas últimas son más fáciles de identificar para los psiquiatras, pero no ocurre los mismo con el TDAH», añade.

En cuanto al abordaje del trastorno en adultos, la experta aclara que debe ser el mismo que en los niños. Tratamiento farmacológico combinado con psicoeducación, aunque aquí los adultos también se enfrentan al hándicap de que no todos los fármacos disponibles tienen su indicación en adultos ni tampoco están reembolsados por el Sistema Nacional de Salud.

«Es muy importante la psicoeducación, explicar qué significa el diagnóstico, cuáles son sus síntomas y cómo podemos abordarlos. Hacer entender a la familia por qué estas personas tienen esas peculiaridades y qué diferencias existen con quienes no lo padecen. Además, debemos proporcionar al paciente estrategias de control emocional y abordaje cognitivo», destaca.

El síntoma cardinal en los adultos con TDHA, tal y como explica la doctora Sevilla, es la afectación en las funciones ejecutivas, es decir, en la capacidad del ser humano de conseguir metas a medio y largo plazo, ejerciendo el control necesario tanto a nivel cognitivo como a nivel emocional. «La hiperactividad suele remitir con la edad, pero la impulsividad y las dificultades ejecutivas siempre están presentes», detalla esta especialista.

«Los problemas más comunes a los que se enfrenta un TDAH adulto tienen una gran relevancia, ya que el trastorno puede afectar a su vida laboral, familiar y de pareja. Son temas muy sensibles y deben ser abordados caso a caso. Algunos de ellos pueden necesitar terapia de pareja con enfoques entrenamiento en métodos de comunicación y resolución de problemas. Cuando existen problemas en el ámbito laboral se producen grandes mejoras sin son tratados para la atención y la impulsividad», explica Fátima Guzmán.