Las veces que Frank Cuesta casi pierde la vida en televisión

-

Frank Cuesta es un aventurero del siglo XXI. En televisión lleva unos años protagonizando sus propios programas de aventura y enseñando cómo es la naturaleza al otro lado del mundo. Todo lo que le va sucediendo, parece que es real. De hecho, Frank de la jungla ha estado a punto de morir en varias ocasiones. Este leonés iba para tenista, pero un accidente frenó su carrera. Ahora es una estrella televisiva y de internet, en donde tiene su propio y polémico canal.

Frank Cuesta no tiene pelos en la lengua. Si tiene que enfadarse en pleno programa, con las cámaras grabando, lo hace. Es quizás esa naturalidad la que ha hecho que triunfe. En sus acercamientos a la jungla, Wild Frank ha tratado con todo tipo de animales, desde peces, ranas, serpientes e incluso elefantes y leones. Frank no le tiene miedo a nada y lo da todo por su audiencia. Eso le ha llevado a sufrir algunas experiencias incómodas que han podido acabar con su vida. Vamos a repasar los momentos más complicados que ha sufrido Frank Cuesta en televisión.

3
Una serpiente sorprende a Frank Cuesta

El animal favorito de Frank de la Jungla son las serpientes. En su país, aparte de la academia de tenis, trabaja recogiendo animales salvajes que se meten en las casas. Él llega, las recoge, si hace falta las cura y las recupera y las deja en libertad. Pero no solo con serpientes hace esto Frank.

En el vídeo vemos con Frank se adentra en un terreno pantanoso en busca de rinocerontes y otro tipo de animales. Sin embargo, entre la maleza, se pueden esconder gran cantidad de peligros. Se encuentra con una serpiente de agua muy mortal. La serpiente se refugia en su bolsa mientras la están grabando.

Con este animal debe tener mucho cuidado porque ataca a la mínima que puede. De hecho, Frank se deja morder por esa serpiente. Lo que quiere mostrar es cómo actúa el veneno dentro del cuerpo. Por suerte, Frank tenía preparado el antídoto y no sucedió nada, pero si hubiera dejado seguir fluyendo al veneno, probablemente hoy no lo contaría.