Una pareja contratada para cumplir una fantasía sexual se presenta en la dirección equivocada armada con machetes y una escoba

Dos hombres han sido absueltos después de haberse colado por error en la habitación de otro hombre armados con machetes y una escoba para cumplir una fantasía sexual. La pareja de Sydney, Australia, se disculpó con la víctima y abandonó su cama tan pronto se percataron de su tremendo fallo.

Según informa ‘SkyNews‘, el juez Sean Grant consideró los hechos como «inusuales» y dictaminó que Terrence Leroy no era culpable ya que no existían evidencias de que sus motivaciones fueran con la intención de causar daño, más bien todo lo contrario.

«Llevaban los machetes como accesorio y una escoba para usar en una fantasía», dijo. «No existe premeditación», concluyó.

Por su parte, el abogado de Leroy dijo: «Fue un acuerdo comercial: atar y acariciar a un hombre semidesnudo en calzoncillos con una escoba. No entraron con la intención de intimidar», dijo.

Según el atestado judicial, un hombre que no ha sido identificado pagó a Leroy para que se presentara en su casa en el oeste de Nueva Gales del Sur «con una escoba con la que frotar su ropa interior». El contratante «estaba dispuesto a pagar 5.000 dólares si el servicio era realmente bueno», continuaba el documento. Leroy confundió la dirección.

Según el testimonio del dueño de la casa donde se presentó la pareja, sobre las 06.15 de la mañana escuchó ruidos en su salón, pero supuso que se trataba de un amigo con quien solía desayunar de manera habitual. Desde la cama le gritó que se marchara porque «era muy temprano», y encendió la luz. En ese momento vio a dos hombres sentados en su cama armados con machetes. Uno de ellos le preguntó: «¿Te llamas Kevin?». El hombre negó en repetidas ocasiones llamarse de ese manera e insistió en que se estaban equivocando de persona. «¿Estás seguro de que no eres Kevin, nos dijeron que viniéramos a [esta dirección] y recogiéramos a Kevin», insistió.

Tras percatarse de su error, ambos abandonaron la habitación. «Lo siento amigo» se disculpó uno de ellos y le estrechó la mano.

Cuando los intrusos abandonaron el domicilio, la víctima llamó a la policía. Horas después ambos quedaron detenidos para ser absueltos en su juicio.