El tiempo de espera para someterse a una intervención quirúrgica en la sanidad pública de Canarias se ha reducido en 6,72 días en 2019 (-4,8%), según el análisis hecho para todo el año (el de los últimos 12 meses). Esta evolución demuestra el grado de implicación de todos los profesionales sanitarios en la mejora de la calidad de ese servicio esencial para todos los ciudadanos. Actualmente, una persona ya diagnosticada y pendiente de ser intervenida en la sanidad pública canaria debe esperar 133,10 días.
Según los datos estadísticos del Servicio Canario de la Salud sobre listas de espera ya confirmados por la Consejería de Sanidad del Gobierno autonómico, hay 25.888 personas pendientes de intervención al finalizar el año pasado (2019); esto es, 1.259 más que al término de 2018, con un alza del 5,1%.
El tiempo de espera de esas personas ha quedado fijado al cierre de 2019 en 133,10 días, un avance respecto a los 139,82 en que se terminó el año anterior, el de 2018.
El número de personas pendientes de una operación se incrementó en el segundo semestre del año en 1.026 y el tiempo de espera para ser intervenido creció en 5,97 días, según los datos avanzados hoy por el Servicio Canario de la Salud que serán publicados de forma definitiva en los próximos días.
Los tiempos de espera en la sanidad pública canaria contemplan cuatro fases de atención al paciente: la primaria, la de atención especializada, la prueba diagnóstica y la intervención quirúrgica. De las dos primeras, aún no se dispone de cifras completas para el año 2019.
Respecto a la lista de espera para pruebas diagnósticas, los resultados son bastantes satisfactorios según el descenso logrado en relación con el dato de 2018. Ahora hay registradas en esa lista, al cierre de 2019, 24.929 personas (3.195 menos que el año precedente).
La evolución distinta de la variable sobre intervenciones quirúrgicas entre el primer y el segundo semestre de 2019 se debe a que de julio a diciembre de este año no se dispuso, por imperativo legal, de fondos públicos suficientes para seguir derivando personas a centros concertados, una actividad que sí podrá retomarse con el nuevo presupuesto, el del ejercicio de 2020.
Las cifras de mejora en las pruebas diagnósticas para 2019, además de la importante reducción del tiempo de espera interanual para someterse a una intervención quirúrgica, son un ejemplo del alto compromiso y la elevada implicación de la comunidad médica en la mejora de tan importante servicio público.
También hay que destacar el hecho de que, a medida que se aminora la lista de espera en pruebas diagnósticas, se suele aumentar en intervenciones quirúrgicas, lo que a su vez eleva el tiempo que se tarda en operarse, sobre todo cuando no es posible mantener el ritmo de derivaciones hacia la sanidad concertada por la falta de fondos presupuestarios, justo lo que ocurrió en el segundo semestre de 2019.
En todo 2019, se hicieron, por el motivo indicado, 4.215 operaciones menos en los centros privados concertados. Pese a ello, la lista de espera quirúrgica solo ha subido en 1.026 personas, lo que da buena muestra del mayor volumen de intervenciones realizadas en los hospitales públicos.