El PSG de Luis Enrique, una nueva era sin Mbappé
El Paris Saint-Germain ha dado un paso gigantesco en su historia al alcanzar la final de la Champions League sin la presencia de Kylian Mbappé. La noticia de su partida hacia el Real Madrid parecía un golpe duro para el equipo, pero bajo la dirección de Luis Enrique, el PSG ha demostrado que la gloria europea sigue siendo posible. En esta edición de la competición, el PSG ha logrado llegar a la final tras eliminar al Arsenal con un 2-1 en la vuelta de la semifinal.
Los goles de Fabián Ruiz y Achraf fueron fundamentales para que el equipo se clasificara a Múnich, dejando atrás las dudas sobre su capacidad para competir sin su estrella. El resultado no fue solo un reflejo del buen juego, sino de una gran cohesión táctica que Luis Enrique logró implantar, dando un ejemplo claro de que este PSG es mucho más que una individualidad. El equipo no se apoyó en el talento de Mbappé, sino en su fuerza colectiva, algo que ha sido clave para su éxito.

La magia de Luis Enrique en el PSG
Luis Enrique ha convertido un desafío aparentemente insuperable en una realidad palpable. Formar un equipo competitivo y brillante capaz de superar a rivales de gran nivel sin depender de una sola figura. La ausencia de Messi, Neymar y Mbappé en este equipo no ha sido un impedimento. En lugar de depender de las individualidades, el PSG ha conseguido lo más importante. Un bloque sólido y coordinado, que sabe cuándo presionar y cuándo guardar fuerzas. En este contexto, la victoria contra el Arsenal es mucho más que un simple paso hacia la final. Es una declaración de que el PSG tiene una identidad colectiva, algo que les había faltado en temporadas anteriores.
Este equipo, entrenado por Luis Enrique, ha sido más inteligente y equilibrado, sabiendo defender con solidez y atacar con peligro. Fabián Ruiz y Achraf se han mostrado claves en este partido, aportando precisión y determinación en los momentos cruciales. El hecho de que Ousmane Dembélé, otra de las estrellas del equipo, estuviera disponible para dar un respiro a la ofensiva, muestra cómo el técnico asturiano ha logrado sacar lo mejor de sus futbolistas, aún sin la presencia de Mbappé. Esta gestión eficaz de los recursos y la capacidad de crear un equipo más allá de las individualidades son las que definen al PSG en esta nueva era.
El PSG se reencuentra con la final de la Champions
El PSG está de vuelta en la final de la Liga de Campeones de la UEFA, un logro significativo para el club. Tras años de inversiones millonarias y la llegada de jugadores de renombre, la ansiada orejona ha sido esquiva para el PSG. La última vez que llegaron tan lejos fue en la temporada 2019-2020, cuando fueron derrotados por el Bayern Múnich en la final. En esa edición, Mbappé era una de las piezas clave, y su marcha parecía dejar un vacío difícil de llenar.
Pero este PSG bajo la dirección de Luis Enrique ha demostrado que, aunque la salida de Mbappé fue un golpe duro, no es un obstáculo insuperable. El equipo ha logrado ser competitivo a nivel europeo sin depender de una sola estrella, y su fútbol ha mostrado una nueva identidad, mucho más colectiva y equilibrada. Con la victoria ante el Arsenal, el PSG se perfila como uno de los equipos más formidables de Europa, capaz de plantar cara a cualquier rival.