Glovo: El pedido envenenado de Delivery Hero cumple 2 años

Para nadie es un secreto que la actualidad de Glovo es complicada. La empresa de reparto puede que todavía sea una de las joyas de la corona de Delivery Hero, pero dos años después de su compra las cosas no han mejorado ni para el otrora unicornio español, ni para su comprador, no solo por qué no han mejorado en líneas generales para el sector, sino también por qué la empresa fundada por Oscar Pierre en 2014 se ha transformado en el centro de varios escándalos y controversias, y las nuevas legislaciones de España y Europa han hecho que sea imposible operar con su modelo histórico. 

Son situaciones que la empresa de repartos internacional no esperaba cuando hizo la compra. En ese momento parecía evidente que si querían entrar al mercado español la opción de Glovo era la más atractiva, pero desde entonces las transformaciones del mercado y las nuevas normas han cambiado esa realidad al punto en que Pierre, que tiene abierta una denuncia en contra de la fiscalía que podría encerrarlo entre 6 meses y 6 años, pero incluso antes el fundador y CEO había dejado claro que sin la compra no estaba seguro de si la empresa podía seguir funcionando. 

Es una nueva realidad. Es cierto que cuando hicieron la compra en 2022 ya estaba aprobada la Ley rider, pero no habían empezado las primeras sanciones relacionadas con la misma, no había un reglamento europeo de trabajo en plataformas digitales ni el CEO de la empresa tenía una denuncia en fiscalía. Se suma que, sin duda alguna, desde el ministerio de Trabajo se ha decidido que Glovo puede servir como un buen ejemplo del costo de no implementar la ley rider, y competidores que sí han contratado a su flota, como el caso de Just Eat, y que señalan al ex unicornio por competencia desleal.

Europapress 6077364 Filed 19 August 2020 Berlin The Logo And Lettering Of The Food Delivery 2

Más recientemente se sumó la investigación de Bruselas por colusión para marcar los precios. Es una realidad complicada que asumir, sobre todo en un momento tan delicado de todo el sector, con las pérdidas generalizadas, los problemas con el modelo de trabajo y las sanciones, que ya han superado los 400 millones de euros que Delivery Hero tenía apartados para el año y con la que Glovo debe lidiar todos los años. Al mismo tiempo al menos tienen un consuelo, en medio de la situación los ciudadanos siguen usando el delivery, incluso si el verano no es la mejor época para medir esta realidad. 

GLOVO Y EL DÍA A DÍA DE LOS REPARTIDORES

La realidad es que la empresa de reparto además tiene que enfrentar una larga lista de problemas en su rutina con los repartidores. Es que las cuentas alquiladas sin cumplir con los requisitos de estas plataformas, los problemas con la policía que sabe la cantidad de repartidores indocumentados en las mismas y la venta sin permiso de parte del material de trabajo, un problema que va más allá de Glovo y que incluye también a Uber Eats y Just Eat

Pero es Glovo la que ha recibido más denuncias por trabajar con repartidores autónomos o ilegales, y más comentarios por parte de los funcionarios y de los trabajadores. Es también una realidad, al menos en España. La empresa es con diferencia la más visible del sector, por lo que no debería ser una sorpresa que para las instituciones y para los usuarios sean también los principales responsables de los problemas del sector. 

En cualquier caso, esta situación no cambiará en el corto plazo. Glovo mantiene que como empresa no pueden trabajar contratando a los repartidores por la complejidad de organizar su horario, pero desde el Gobierno se ha dejado claro que se debe aplicar la nueva ley, que no se planea crear excepciones y parece por momentos que además se ha decidido que el unicornio puede ser un buen ejemplo para que otras empresas se obliguen a cumplir la ley. 

EL FUTURO DEL DELIVERY

A pesar de esta crisis, la apuesta de Delivery Hero y Glovo no ha cambiado demasiado. La empresa alemana y su filial española siguen apostando por la misma estrategia a largo plazo, incluyendo la necesidad de mantener repartidores autónomos, incluso contra la posición del gobierno y las posiciones de Europa. Por tanto, lo esperado es que sigan enfrentando sanciones por los repartidores, es parte de su complicada situación y no parece que vaya a cambiar en el corto plazo. 

De todos modos, el cambio en su funcionamiento no parece probable. Al mismo tiempo, son cada vez más los países que le piden a este tipo de empresa una relación directa de laboralidad con los repartidores, por lo que es necesario que se revise la estrategia a largo plazo para funcionar.