La Guardia Civil determina que las protestas de ‘Tsunami’ retrasaron la atención al francés que falleció de un infarto

La Guardia Civil ha concluido que las protestas que la plataforma independentista ‘Tsunami Democràtic’ llevó a cabo en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat retrasó considerablemente el tiempo que tardaron los servicios médicos en atender a Jean Claude Scherzinger, el turista francés que falleció de un infarto.

Así se desprende del informe pericial que la Jefatura de Información del Instituto Armado ha remitido al juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón, que investiga los disturbios atribuidos a Tsunami en protesta a la sentencia del ‘procés’ en 2019.

En ese documento, los agentes dejan claro que el traslado por carretera desde la Terminal 2 del aeropuerto al Hospital de Bellvitge habría sido «la vía más rápida» para que el francés fuese atendido, pudiendo completar el trayecto en tan solo 10 minutos.

Sin embargo, los agentes apuntan un informe de AENA en el que se concluye que «el acceso del tráfico rodado hacia el aeropuerto a ambas terminales por la carretera C-31 se vio afectado» por los disturbios del 14 de octubre de 2019.

Ese día, según el informe, «se produjo una marcha ciudadana de aproximadamente 8.000 personas que llegaron a la terminal T1 del aeropuerto en torno a las 14:00 horas, produciendo un bloqueo en los accesos a la misma e imposibilitando la entrada y salida de vehículos privados, taxis, autobuses y metro«.

EL TRASLADO EN HELICÓPTERO

El turista francés, que según recoge el informe no fue atendido medicamente por el Servicio Médico Aeroportuario, fue trasladado al centro hospitalario en un helicóptero. Los agentes destacan que solo en el tiempo que ese medio tardó en aterrizar hasta que ingresó en el hospital –9 minutos– es el mismo que habría costado trasladarle por carretera.

«Se indica que el helicóptero aterrizó a las 17:35 horas y que, el equipo sanitario, no llegó hasta el lugar donde se encontraba el paciente hasta las 17:46. El tiempo que transcurre desde la llegada del helicóptero hasta que, el equipo médico, toma contacto con el paciente es de 11 minutos. Si a esto se suma la vuelta al helicóptero, el tiempo total es de 43 minutos. Se recuerda que, en vehículo terrestre, se tarda menos de 10 minutos», destacan.

La Guardia Civil recuerda que el Sistema de Salut de Catalunya, en su informe, «menciona que el traslado por medios aéreos se acordó en base a la gravedad del paciente y la rapidez que aporta este medio dadas las circunstancias concretas del caso que, a la vista de lo expuesto, hace pensar que, una de esas circunstancias, fuese la afectación del tráfico por la marcha ciudadana».

En esta línea, el Instituto Armado apunta citando datos de fuentes abiertas que el intervalo de tiempo que transcurre desde que una persona sufre un infarto hasta que reciba tratamiento no debería superar los 90 minutos. «El tiempo», apuntan, «es un factor clave a tener en cuenta en la supervivencia de una persona».

«A la vista de lo expuesto, se infiere que la forma más rápida de trasladar a una persona desde el parking de la T2 hasta el Hospital Universitario de Bellvitge sería en un medio terrestre en condiciones normales y, si como indica AENA, ya se encontraba una ambulancia medicalizada del SEM en el lugar del suceso, parece extraño que se opte por un medio que, siendo muy útil y efectivo en aquellas zonas más alejadas de los hospitales, en este caso aumenta considerablemente el tiempo, hasta un 97% más en el traslado del paciente», concluyen.

LA TESIS DEL JUEZ

Cabe recordar que el juez García Castellón apunta que en la toma de El Prat del 14 de octubre de 2019 tuvieron lugar altercados y disturbios en el interior «que ocasionaron una alteración grave de la paz pública», que hubo «importantes desórdenes y desperfectos públicos» con afectación directa de la libertad deambulatoria de numerosos ciudadanos.

Además, el magistrado sostiene que «se puso en riesgo la integridad física de numerosos miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, de los propios manifestantes, de los viajeros y los trabajadores de la instalación, además de la propia seguridad aérea». De hecho subraya que en ese marco «se produjo el fallecimiento de una persona»: el turista francés.